Los habitantes de la localidad de la Región de O'Higgins se vieron sorprendidos por las ráfagas de viento, las que alcanzaron hasta los 80 kilómetros por hora. De hecho, usuarios reportaron que diversos árboles cayeron a causa del fenómeno.
El investigador principal del estudio, Corwin Wrigth, de la Universidad de Bath, señaló que se trató de una explosión “enorme y realmente única en términos de lo observado por la ciencia hasta la fecha", ya que identificaron que las ondas mencionadas "viajaban muy cerca del límite teórico".