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30/11/2018
20:48
El sujeto concurría todas las noches al local comercial donde compró y vertía acero líquido en los candados para evitar que los trabajadores pudieran abrir.
Con acero líquido. Este fue el material que un vengativo cliente usó para malograr las cerraduras del local en Viña del Mar, en represalia luego que los trabajadores se negaran a cambiarle un producto comprado.
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“Un sábado no pudimos abrir el local, no había cerrajeros disponibles”, dijo un dependiente del lugar de venta de artículos electrónicos, donde adquirió unos lentes espías que, según él, tenían un desperfecto.
“Vino a hacer el cambio con la boleta y además, llegó ebrio (…) Se van a arrepentir, nos dijo”, señaló el locatario Italo Rubino, quien contó que el hombre ha cometido la misma acción al menos en ocho oportunidades.
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El actuar del cliente quedó registrado en cámaras de seguridad, donde se le ve a las 2 de la mañana llegando al lugar en bicicleta.
