“Mi lucha más pesada ha sido contra el sistema más que contra la enfermedad”: Tiene leucemia y denuncia que no le han pagado sus licencias

Carolina denuncia que hace más de 3 años que la Isapre Cruz Blanca no le ha pagado como corresponde sus licencias médicas, hecho que le ha traído problemas económicos que han repercutido en su estado de salud: hay meses en los que simplemente no tiene pagar su quimioterapia.

maria-luisa-carrion
Por María Luisa Carrión
VIDEO RELACIONADO - Rechazan 17 veces licencias médicas de mujer trasplantada (03:00)
{"multiple":false,"video":{"key":"yezBw8Yvqyy","duration":"00:03:00","type":"video","download":""}}

Nos cuenta que está cansada, que incluso ha pensado no seguir su tratamiento, que ha luchado mucho más que contra la enfermedad con la que fue diagnosticada hace más de 5 años.

Carolina Pinto de 43 años tiene leucemia y los últimos 3 años no ha recibido el pago de sus licencias. Nos relata que las primeras se las pagaron, después comenzaron a rechazarlas y fue ahí cuando comenzó a apelar y a someterse a los peritajes respectivos.

Pero ahora el problema que nos relata es más complicado: “Mis licencias el día de hoy están aprobadas, pero yo no tengo derecho a pago, porque han estado dos años en que están rechazadas y como están rechazadas yo no tengo cotizaciones. Si estos tipos se las saben por libro. Entonces como no tengo cotizaciones, las licencias que están aprobadas están sin derecho a pago”.

Problemas con sus licencias que lamentablemente repercuten en su tratamiento médico. En la actualidad está con quimioterapias orales y se atiende en el prestador Ges que la Isapre Cruz Blanca, a la que está afiliada, la derivó.

“Mi quimioterapia sale alrededor de $2 millones 800 mil mensuales, la Isapre sólo me cubre el 80%, yo tengo que pagar $600 y tanto mil mensuales”, nos cuenta Carolina. A este gasto fijo se suman todas las emergencias que puedan ocurrir, como las dos veces que ha estado hospitalizada este año.

Ha logrado salir adelante en materia económica gracias a la ayuda de amigos, familiares y algunos trabajos independientes que ha realizado.

“Encuentro insólito que tengas que luchar contra el sistema para vivir. Mi lucha más pesada ha sido contra el sistema más que contra la enfermedad. He pensado no seguir el tratamiento, porque la verdad ha sido súper agotador y deudas, perdí todo, me llegaron órdenes de embargo”, relata Carolina.

Quizás lo más preocupante es que hay meses en los que simplemente no tiene para costear los tratamientos de quimioterapia con todas las consecuencias que eso trae para su salud. Y, además, está sobre la mesa la posibilidad de un trasplante de médula.

“Ya había entrado a consejo médico, tenía órdenes para hacer estudios de compatibilidad y luego vino la pandemia”, señala Carolina. De ser efectivo se sumarían aún más gastos, porque el Ges, nos dice, sólo le cubriría un porcentaje.

Así, Carolina no sólo busca una explicación sino también una solución y poder recibir el pago de sus licencias médicas para poder costear su tratamiento.

“Esta es una lucha que tú tienes que dar no solamente con la enfermedad, tienes que darla contra el sistema y llega un momento en que estas agotada, porque tienes que estar mes a mes viendo cómo lo vas a hacer para tener las lucas”, sentencia Carolina.

Lee tambiénCorporación que ayuda a personas con discapacidad corre el riesgo de cerrar por falta de recursos

¿Qué hacer en estos casos?

La abogada Ana María Rivera hace ya algunos años se dedica al derecho en salud y desde su experiencia nos cuenta que los recursos de protección o al menos las consultas por no pago de licencias médicas en su oficina han ido en aumento.

“Todos los días me llegan consultas de este tema, todos los días. De todas maneras va en aumento, porque es la forma que tiene la persona de defender sus derechos”, señala la abogada.

Y explica que “no es un juicio el recurso de protección. Es una acción excepcional de cautelar en la cual uno indica a la corte que se han infringido o se han vulnerado las garantías constitucionales”.

Según el último reporte de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) en el año 2019 más de 460 mil licencias fueron rechazadas. De ellas, 245.925 correspondían a Fonasa y 215.393 a las Isapres.

2019 fue el año que más se rechazaron desde 2015, cuando la cifra fue de poco más de 386 mil. De allí en 2016, 2017 y 2018 estuvo siempre sobre las 400 mil hasta el año pasado que llegó a 461.318. Pero también 2019 fue el año que más licencias se presentaron, superando los 6 millones.

Lee tambiénNo le pagan las licencias: Jubilada recibe $140 mil de pensión, no puede trabajar y vive con dos hijos y nietos

¿Cuáles son los pasos a seguir si a usted le rechazan una licencia? La abogada Ana María Rivera nos explica.

“Dependiendo quién le rechace, porque hay instancias administrativas previas. Si le rechaza la Isapre tiene que apelar ante la Compin, si la rechaza la Compin puede presentar una reposición en la misma Compin y de ahí puede irse a la Suseso. Si la Suseso rechaza ahí hay 30 días corridos para recurrir de protección a la Corte de Apelaciones respectiva, ya sea donde esta la institución o del domicilio donde vive la persona”, indica la abogada.

“Cuando están fuera de plazo lo que le pido a mis clientes es que presenten o la apelación o la reconsideración a la Suseso, dependiendo de la etapa en la que estén, porque con eso podemos tener una nueva fecha”, indicó.

En el caso de Carolina lo que recomienda en materia legal, por ejemplo, es demandar por incumplimiento de contrato. “El incumplimiento de contrato se da mucho, la obligación es de la Isapre. Se puede demandar incumplimiento de contrato con la Isapre y una tremenda indemnización de perjuicios”, señala. Esto, porque es la institución la que estaba obligada, en primer lugar, a pagar las cotizaciones.

Y, aunque parezca insólito, en febrero del año pasado, Carolina fue contactada por la Isapre para que regularizara sus cotizaciones o de lo contrario se iniciaba el «proceso de desafiliación». Algo que ella denunció en redes sociales, ya que se trataba de una obligación que la institución no cumplió al no pagar sus licencias.

Pese a que Isapre Cruz Blanca fue contactada para esta nota y dar una respuesta a la problemática de Carolina, prefirió no participar de este informe.

Compin, en tanto, confirmó que las licencias de Carolina no tienen derecho a pago «por el periodo de más de un año de licencias rechazadas, periodo en el cual no tiene cotizaciones previsionales, por lo cual no posee información para que se realice el cálculo del pago de su último periodo de licencias de acuerdo a lo que establece la actual normativa vigente».

Y sugiere apelar las licencias rechazas entre enero de 2017 y abril de 2018 a Compin o a la Superintendencia de Seguridad Social.

Pero, mientras tanto, Carolina debe seguir esperando, con sus licencias sin pagar, pidiendo ayuda para continuar con sus tratamientos médicos con una enfermedad a cuestas y como ella dice «luchando contra el cáncer y el sistema».

Lee tambiénSalvemos a Colomba: Niña de 3 años necesita $200 millones para trasplante de médula ósea

Síguenos en Google News

  • Enlace copiado
Lo más visto