Buenos Aires decreta el uso obligatorio de mascarillas y prohíbe comercializar las N95
A partir de este miércoles, las personas que circulen por comercios, oficinas de atención al público y en el transporte público tendrán que ocupar barbijos, mascarillas o tapabocas. Si no lo hacen, podrían arriesgarse a altas multas que podrían llegar a los 1.200 dólares.
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A partir del miércoles, el uso de barbijos, mascarillas o tapabocas será obligatorio en Buenos Aires para ingresar y permanecer en comercios, oficinas de atención al público y en el transporte público. Quienes no lo hagan, se exponen a multas de entre 150 y 1.200 dólares.
El jefe de gobierno de la capital argentina, Horacio Rodríguez Larreta, oficializó la medida este lunes. “La medida parte de la comprobación que tenemos que dos de cada tres personas que tiene coronavirus son asintomáticos, con lo que puede haber gente que esté en la calle contagiando sin saberlo, por eso es muy importante el uso de los tapabocas”, afirmó.
Uno de los puntos de control serán las estaciones de transporte público, que desde este lunes vuelven a circular con las frecuencias habituales de los días hábiles, luego de funcionar desde el 20 de marzo con un cronograma de feriados. Quienes no tengan el tapabocas no podrán abordar autobuses, trenes ni el metro.
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Pero más allá de los alcances de esta resolución, las autoridades recomendaron la utilización de estos elementos “en cualquier otro ámbito o lugar”, como por ejemplo: la vía pública.
Un detalle importante es que, además, el gobierno local prohibió la comercialización de las mascarillas N95 a cualquier persona que no acredite ser profesional o personal del servicio de salud y quienes no tengan por objeto la prestación de ese servicio.
“Hay que guardarlos para los médicos”, explicó Rodríguez Larreta, dado que el objetivo de esta medida es no desabastecer el mercado porque hay escasez, y así evitar que suceda lo mismo que ya pasó con el alcohol gel.
