Así son las medidas de prevención de los supermercados y sus trabajadores ante la pandemia - Chilevisión
13/05/2020 00:39

Así son las medidas de prevención de los supermercados y sus trabajadores ante la pandemia

Pese al cierre de locales comerciales, los supermercados siguen abiertos. Así, han debido implementar medidas sanitarias y nuevas modalidades para evitar los contagios de COVID-19, aunque aún existen algunas áreas comunes que podrían significar un riesgo para los clientes.

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En las últimas semanas, la crisis sanitaria ha obligado a las personas a mantenerse en sus casas y a evitar aglomeraciones para así detener los contagios por COVID-19. De esta forma, se cerraron centros comerciales, restaurantes y establecimientos educacionales, pero hay algunos lugares que continúan abiertos debido a que abastecen a la población con productos de primera necesidad.

Ese es el caso de los supermercados, que han tenido que adaptarse a la pandemia y tomar distintas medidas preventivas para que la experiencia de compra sea lo más segura posible, ya que podrían transformarse en importantes focos de contagio si no cumplen con las precauciones.

Horarios restringidos y barreras protectoras

Con el fin de recibir al público en un ambiente sanitizado, el conglomerado Walmart Chile, a cargo de Líder, Express de Líder, SuperBodega aCuenta, Ekono y Central Mayorista, exigió la toma de temperatura diaria tanto de los clientes como colaboradores, para evitar el ingreso de personas con temperatura igual o superior a los 37,8°C.

Además, la filial demarcó distancias en lugares estratégicos y áreas comunes, e instaló pantallas acrílicas en el área de cajas, para evitar el contacto entre los cajeros y el público.

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El doctor Juan Pablo Torres, infectólogo de la Clínica Las Condes, explica que esta última medida es útil solo en algunos casos.“Las micas protectoras son barreras físicas que pueden servir, pero no son completamente efectivas. Si alguien estornuda cerca, y después otra persona la toca, es una fuente de contagio importante. Hay que mantener una adecuada higiene para que sean, efectivamente, un elemento de protección del personal y del público”.

La filial también está implementando una aplicación que permitiría contabilizar la cantidad de personas dentro de sus supermercados con el objetivo de controlar el aforo, y un piloto de agendamiento web, con el fin de evitar aglomeraciones. Además, disminuyeron sus horarios y establecieron uno preferencial para adultos mayores, embarazadas y enfermos crónicos.

Una compra diferente

Con horario reducido y preferencial para algunos rangos etarios, también están operando los supermercados controlados por SMU, empresa a cargo de locales como Unimarc, Alvi y Ok Market. En ellos, se establecieron dos jornadas de atención, con un espacio entremedio sin público para facilitar una sanitización profunda y el cambio de turno de los trabajadores, para evitar encuentros masivos. Las tiendas cuentan, además, con un acceso preferencial para los funcionarios de salud.

En tanto que en los supermercados Tottus se desinfectan equipos en cajas, puntos de autoatención y áreas comunes. También se instalaron dispensadores de alcohol gel en todos los sectores de las tiendas, además de barreras de acrílico en las cajas y señalética en el piso para facilitar la distancia de un metro.

Junto a esto, se envasan productos, disminuyó la venta asistida, se controlan los accesos y se desinfecta las manos de los clientes al ingresar al recinto. Otra de las iniciativas fue la organización de turnos para evitar aglomeraciones.

Con la finalidad de evitar manipulaciones e interacción entre las personas, desarrollaron el sistema Fpay, una especie de billetera digital, que permite el pago sin contacto, a través del celular. Una normativa interna dispuso que los colaboradores en grupo de riesgo se quedaran en sus casas.

Las zonas de riesgo

Pese a las medidas preventivas, para el infectólogo Juan Pablo Torres son dos las principales preocupaciones al interior de estas tiendas: la formación de aglomeraciones y el posterior contagio por contacto directo entre personas, y el contagio a través de las superficies.

“El mayor riesgo es el contacto con otras personas. Eso tiene más peligro que cualquier superficie o área del supermercado. Por eso hay que tratar de que vaya una sola persona por familia, y que vaya la menor cantidad de veces posible, porque cada ingreso es un nuevo riesgo”, detalló.

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El virus, además, puede persistir en superficies por días, incluyendo en vegetales, abarrotes, bolsas y papel, por lo que se recomienda una correcta higiene de manos, antes y después de la visita, además del uso de alcohol gel mientras se realizan las compras. “De las áreas puntuales, las más riesgosas son las que ofrecen contacto físico, contacto con las manos. Por ejemplo, donde se seleccionan y pesan las frutas y verduras”, además de ello, es importante evitar la manipulación excesiva de productos, además de los dispositivos para consultar precios y mantener distancia en las filas para pagar.

Es por esto, que todos los supermercados han implementado la venta de productos frescos empacados, envolviendo fiambrería y guardando las tenazas de la sección de panadería. Ahora el público, deberá acostumbrarse a escoger una bolsa de pan, previamente cerrada.

¿Se están cumpliendo las medidas?

La lista de medidas preventivas adoptadas por Cencosud, consorcio empresarial a cargo de los locales Santa Isabel y Jumbo, es la más amplia. La sanitización periódica de áreas comunes, manillas y carros, dispensadores de alcohol gel, control diario de temperatura corporal a todo colaborador interno y externo, cuarentena para funcionarios mayores de edad y embarazadas, carteles con recomendaciones y sanitización cada una hora en la zona de cajas, además de la clausura de los probadores, son algunas de las medidas adoptadas por ambos supermercados.

Cuando comenzaron a aumentar los casos de COVID-19 en el país, el supermercado Santa Isabel dio la orden inmediata a sus funcionarios de que utilizaran mascarillas. En ese momento tenían permitido fabricar sus propios métodos de protección, pero ahora que los contagios se han incrementado considerablemente, la mascarilla pasó a ser parte del uniforme de los trabajadores.

Así lo cuenta Javiera, cajera en un supermercado de la comuna de Maipú, quien cuenta que “nos dieron una mascarilla especial, certificada. Pueden venir cualquier día a supervisar que la estemos usando”.

El supermercado cuenta con un alcohol gel para cada caja de pago, además de los dispensadores para los clientes y abren los domingos, pero con horario reducido y preferencial. Los trabajadores deben lavarse las manos cada una hora, situación que es supervisada por la jefa de cada empleado; tampoco pueden usar el casino como antes.

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Almorzamos más separados, antes cabían seis personas en una mesa, ahora debemos sentarnos de a dos. Nos entregaron un set de cubiertos, del que cada uno debe hacerse cargo”, añadió la trabajadora.

Pese a ellos, dentro del recinto surgen críticas en torno a la respuesta de la empresa con el público. “A nosotros nos hacen firmar protocolos todas las semanas, pero con los clientes es diferente. No les toman la temperatura y no siempre se respeta la cantidad de gente. Dejan entrar entre diez a veinte personas, pero cuando se acerca la hora de cierre, entran todos. No pierden ventas. Se supervisa que usen mascarilla, pero no que usen alcohol gel ni guantes”, explica.

De ocurrir y repetirse situaciones como estas, la propagación podría seguir creciendo. El ingreso de una sola persona contagiada podría significar un brote de coronavirus entre un porcentaje importante de clientes.

El infectólogo Juan Pablo Torres explica que la cifra “puede variar desde 1,5 hasta 4 casos partir de uno solo que esté dando vueltas en un ambiente. Por lo que en un supermercado puede haber una cantidad de contagiados muy relevante. Justamente lo que hoy se quiere evitar, para lograr el control en esta fase de la pandemia”.

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