El sueño de conocer a Alexis acabó en pesadilla: Terrible caso de violencia conmociona a Francia
El pequeño Kenzo, quien padece cáncer cerebral, había sido invitado a presenciar el duelo entre el Marsella y el Ajaccio. Lamentablemente, hincha rivales lo empujaron, golpearon a sus padres y quemaron sus camisetas.
Fotos: @lecombatdekenzo
La justicia de Francia inició una investigación tras los repudiables hechos de violencia ocurridos el pasado sábado en el partido entre el Olympique de Marsella y el Ajaccio, válido por la fecha 38° de la Ligue 1.
Entre esos actos estuvo la violenta agresión que sufrió un niño de 8 años que había sido invitado por una fundación a presenciar el encuentro, donde cumpliría su sueño de conocer a los jugadores del cuadro en el que milita Alexis Sánchez.
El pequeño afectado se llama Kenzo y padece cáncer cerebral, patología por la que ha recibido tratamientos durante prácticamente toda su vida.
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Apenas se instaló en el palco asignado, hinchas del Ajaccio, club que ejerció como local, atacaron a Kenzo y su familia, lo que desató la molestia de toda la dirigencia y las autoridades del país.
El terrible suceso fue confirmado por la propia institución a través de un comunicado, señalando que “el sueño se convirtió rápidamente en una pesadilla cuando Kenzo y sus padres, que venían con los colores del Marsella, fueron vergonzosamente maltratados por individuos que irrumpieron”.
“Nos quitaron las camisetas y las quemaron”, dijo la madre del niño, Amandine, en entrevista con BFMTV, agregando que cerca de 15 sujetos golpearon a su marido y empujaron al pequeño, quien se azotó su cabeza con una barra de hierro que le provocó heridas.
Macron condenó estos hechos
El caso, que conmocionó a toda la nación, ya está en manos de la Fiscalía que abrió una investigación para dar con el paradero de los atacantes.
Al respecto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron indicó en un punto de prensa que espera las sanciones “más fuertes” y “más claras” contra los autores de la agresión a Kenzo.
El mandatario calificó este suceso como algo “totalmente inaceptable”, insistiendo en que “no podemos acostumbrarnos a la violencia en eventos deportivos”.
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