El testimonio en extenso de madre que denunció impactante bullying contra su hija: “El colegio no le creyó”

La ex apoderada del British Royal School expuso ante CHV Noticias la cronología de los hechos que culminaron con una grave golpiza que dejó a su hija de 13 años con un fractura en sus costillas. Lo peor, según dijo, vino cuando comenzaron a circular versiones que indicaban que la víctima mentía y se había auto inferido las lesiones.

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“La forma de reparar esto es que el colegio reconozca que se equivocaron, que no aplicaron los protocolos de convivencia”.

Un impactante testimonio fue el que entregó la madre de una niña de 13 años, quien denuncia haber sido víctima de bullying al interior del British Royal School de La Reina. Agresiones que se remontan hace un año, pero que recientemente se tradujeron en una golpiza que dejó a la preadolescente con una fractura en sus costillas y diversos hematomas en su cuerpo.

A esta situación le precedían una serie de mensajes que fueron dejados en el casillero de la víctima, donde la amenazaban de muerte y la denostaban con distintos insultos. Papeles que continuaron luego de la agresión física y que son parte de las pruebas que tiene la familia en este dramático caso que, entre otras cosas, deja en entredicho la respuesta del colegio frente al conflicto desatado.

Lo anterior, debido a que según indica la madre de la niña, desde el recinto comenzaron a echar a correr otras versiones de lo ocurrido, apuntando a que la propia afectada se había hecho las heridas. Esto llevó a que sus padres la cambiaran de colegio y presentaran una denuncia ante la Superintendencia de Educación.

Este es el relato en extenso que realizó la denunciante en CHV Noticias.

“Le dieron entre 10 y 12 patadas, además de combos”

Las alertas se encendieron cuando esta madre notó a su hija con una actitud extraña “y nos comenta de unos papeles que había encontrado en su casillero. Fueron alrededor de diez, de los cuales conservamos seis y los tienen los abogados, donde decían que es tonta, fea, que te vamos a matar, te vamos a pegar. Ella botó algunos solamente por miedo”.

Evidentemente emocionada por su testimonio, continuó diciendo que, a los pocos días después, “le dieron una tremenda golpiza a mi hija” cuando ella acudió al baño a eso de las 4 de la tarde. Agregó que la preadolescente estaba con una bota ortopédica ya que tenía un esquince previo en su pie, lo que de por sí dificultaba su movilidad.

Fue entonces que comenzó la agresión perpetrada por al menos dos niñas. “Una la agarró por la espalda, afirmándole los brazos, y la otra le dio entre 10 y 12 patadas, además de combos. La tiraron al suelo y le seguían pegando, mientras ella les pedía por favor que no siguieran”.

Le dijeron que la iban a matar (…) que se fuera del colegio porque nadie la seguía”, continuó.

La madre prosiguió relatando los hechos, afirmando que el bullying venía del año pasado y “el colegio estaba en antecedentes. Pero el colegio no protegió a nuestra hija e incluso no le prestó la ayuda y la atención necesaria”.

Según indicó, las agresoras corresponden a ex compañeras, ya que la afectada -a raíz de estos mismos hostigamientos- había sido cambiada a otro curso por petición de los propios padres, quienes juntaron evidencia de los mensajes que recibía a través de WhatsApp y una plataforma de Zoom.

“Este año empezamos super bien, nuevo curso, nuevos apoderados, muy amorosos todos, la recibieron super bien”. Eso hasta la golpiza.

Durante el fin de semana posterior a esta brutal agresión, tal como cuenta su mamá, la niña estuvo extraña y no quería regresar al colegio. Fue así como el domingo en la noche se acercó a la pieza de sus padres y les contó todo.

Por lo mismo, al día siguiente la llevaron a la Clínica Alemana de Vitacura para constatar lesiones, “y a los pocos días empezaron a aparecer los hematomas, todo su cuerpo tenía hematomas“. Luego, añadió, le costaba respirar y fue así como un día martes descubrieron que tenía una fractura en sus costillas.

“El lunes fuimos a hablar con el director, considerando que ya habíamos mandado la semana anterior un correo con advertencia por estos papeles, y él no tenía idea de nada“. Después hablaron con la jefa de Convivencia del recinto y tampoco sabía del caso. De hecho, esta madre acusa que ella se confundió y pensó que eran los padres de otro niño, quien también había sido víctima de bullying.

“El colegio no le creyó a mi hija”

De acuerdo con la denunciante, tras lo ocurrido “el colegio no contuvo a mi hija, no evitó la golpiza y lo sabían, porque había una amenaza previa con los papeles en su casillero”.

Pero eso no es todo, ya que después de la agresión, volvieron a aparecer estos mensajes amenazantes. “Me llama mi hija y me dice ‘mamá sácame por favor del colegio. Mamá, me pusieron otro papel y me dicen que sí me van a matar’. Cuando ella abrió el casillero y vio los papeles, estaba con tres compañeras de curso, y el colegio no hizo nada”.

“Lo peor en ese momento es que le dije que pidiera ayuda y la voy a buscar, pero la psicóloga la llevó a su sala y le dijo que estas cosas no pasan en el British y que no puede andar divulgando esto porque los niños se asustan. El colegio no le creyó a mi hija”, prosiguió.

Pese a que lo que precedía ya era de un alto nivel de gravedad, el golpe bajo vino después cuando, según relató, comenzaron a circular versiones de que lo que estaba diciendo la niña era falso, que ella se había auto agredido para después culpar a las compañeras.

Sumado a todo esto, los padres solicitaron que la víctima continuara sus clases de forma online. Sin embargo, encontraron una serie de trabas que incluso dejaron a la preadolescente sin acceso a ellas durante una semana, ya que el recinto argumentaba que el sistema digital ya no estaba disponible.

Por otro lado, la ex apoderada del British Royal School apuntó que al decidir sacarla del colegio, empezaron a buscar matrícula en otras instituciones. “Pero cuando comenzamos a postular a nuestra hija en otros colegios, nos dimos la gran sorpresa de que este colegio se caracteriza por el bullying“.

El dolor que afecta a esta niña y su familia radica principalmente en que fue ella quien tuvo que salir de allí por presunta inacción del establecimiento. Mientras que las agresoras siguen impunes, “están felices y sin siquiera una anotación negativa“.

Finalmente, esta madre aseguró que el propósito de exponer el caso, entre otras cosas, es para “subir el autoestima de mi hija, que se sienta reparada y que se limpie su imagen frente a sus ex compañeros. Ella fue la víctima y salió como la victimaria“.

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