“Es devastador para toda la industria”: El incierto escenario de la música chilena ante el coronavirus
Un estudio realizado por el Observatorio Digital de la Música Chilena entregó críticas cifras para el rubro, en medio de una crisis que comenzó en octubre pasado y que la emergencia sanitaria sólo la empeoró. Según la encuesta, la industria presentará pérdidas cercanas al 40% de lo que anualmente se generaba como ingreso.
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Son muchos los trabajadores a los que les cambió la vida la pandemia del nuevo coronavirus. Los músicos y artistas no son la excepción, ya que deben pagar las consecuencias del distanciamiento social, que los deja sin poder realizar presentaciones debido a la cuarentena.
Un escenario adverso que en Chile se arrastra hace meses y que los deja en una situación de completa incertidumbre y bajas proyecciones, una en la que escenarios están cerrados y las butacas vacías.
En este contexto de crisis, el Observatorio Digital de la Música Chilena (ODMC) realizó una encuesta para conocer la situación que hoy enfrenta la industria en el país. La muestra recogió testimonios de 2.024 personas, entre ellas, 1.548 músicos (76%), 427 profesionales de la música (21%) y 49 empresas (2%), los resultados son preocupantes.
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La industria proyecta pérdidas de hasta un 40% en sus ingresos, señala Cristóbal Dañobeitía, presidente de ODMC, quien sostiene que “la mayoría de los músicos tiene sus ingresos vinculados a shows o presentaciones. Esto ya se vio afectado por los eventos cancelados luego del estallido social, los de temporada estival. Ahora en marzo-mayo venía otra época que podía ser positiva para músicos, pero esta crisis también congeló todo”.
“En esto también pasas a llevar a los otros trabajadores como sonidistas, productores musicales y todos los que están detrás de una presentación. Si bien hay rubros, como el digital, que podrían buscar otras alternativas, la industria se concentra fuertemente en vivo, y eso por ahora no lo tendremos”, añade.
Otro de los datos importantes que arrojó el estudio es que un 66% del total de los encuestados asegura que su ingreso anual es menor a $2 millones, lo que significa que ganan en promedio poco más de $165 mil mensuales. Lo preocupante es que esta cifra incluso bajó para muchos en los últimos meses y podría seguir disminuyendo en medio de la crisis.
“Gran parte de mis ingresos vienen de los shows en vivo, corporativos, conciertos, matrimonios, etc. De estas actividades hoy no ves por ningún lado, por ende, por ahí no tengo cómo generar. Grabar en estudio tampoco, es imposible reunirse por esto de las cuarentenas, la cosa está muy mala y no sabemos cuándo va a mejorar”, comenta Eduardo Merino, ingeniero en sonido.
“Fragilidad” y “precariedad”
Además, el 89% de estos profesionales opera como trabajador independiente, lo que implica casi una nula protección social y legal, lo que complica aún más su futuro económico.
“El escenario es devastador para toda la industria, porque necesitamos de los shows, nosotros no podemos adaptarnos al modo delivery como lo hacen otros rubros, detrás de cada espectáculo hay un sonidista, un iluminador, productores, músicos y todos dependen del show en vivo”, apunta Jorge Ramírez, gerente general de la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec), quien además recalca que en estas circunstancias son muy valorados todos los aportes de gremios pertenecientes a la industria.
Ramírez también hace un llamado a las autoridades ante la compleja situación que enfrentan: “Deben comprendernos como rubro porque el problema aquí es sectorial, existen muchos actores involucrados en el freno de producciones, conciertos, festivales o presentaciones en vivo, por lo que es esencial que las estrategias para llevar esta crisis se orienten en ir contrarrestando el golpe económico actual y que estemos ya preparados para cuando se retome la actividad”.
La encuesta realizada por el Observatorio permite visualizar lo devastadora que ha sido esta crisis para el sector. El 35% de las empresas del rubro asumen que deberán desvincular a alguno de sus trabajadores que en la mayoría de los casos no cuentan con contratos formales.
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“A diferencia de muchos trabajos o profesiones en la vida, donde por trabajar en una empresa si te echan te pagan cierta cantidad de plata, aquí eso no ocurre. Entonces, puedes ver músicos que son parte importante de una banda durante años y que por cosas como estas haya que desvincularlo, rotarlo o cambiarlo y obviamente, ve muy afectado lo que ganaba. Aquí no existe una indemnización”, señala Camilo Aliaga, pianista.
Giorgio Varas, director de Womad Chile, profundiza en la precariedad laboral que los afecta y desliza una crítica al respecto, señalando que “aunque siempre se nos ha dicho que las industrias creativas en su conjunto constituyen un factor estratégico para el estado pues aportan un 2,2 % del PIB, esta crisis ha dejado al descubierto la fragilidad, precariedad estructural y falta de protección de la industria“.
Esta “fragilidad” y “precariedad” se expresa en otro dato: el 56% de los encuestados asegura tener una actividad distinta a la música para generar ingresos económicos adicionales.
Camilo Aliaga proviene de una familia de intérpretes y participa en tres bandas distintas. Asegura que es muy habitual ver a músicos trabajando en otros rubros por necesidad financiera.
“Tengo varios amigos y conocidos que, por más amantes que sean de la música, tienen que dedicarse a otras profesiones. Uno de los bajistas con los que toco es abogado y ahora, lamentablemente, no le está yendo bien. Sin ir más lejos, antes de que pasara todo esto tomé un Uber y el que me llevó era un concertista de flauta, imagínate la calidad del tipo, pero por lucas tenía que hacer Uber”, cuenta Aliaga.
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El show debe continuar
Pero no todo está perdido para los músicos. Si bien el escenario es adverso e incierto, siempre han sido unidos y solidarios. Hace unos días, la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) anunció una importante donación de cerca de mil millones de pesos para ir en ayuda de sus socios y afiliados.
Un esfuerzo que conllevó un sacrificio importante en el gremio. “Tuvimos que replantear en su totalidad el presupuesto 2020, haciendo ajustes en todas las áreas de SCD, optimizando recursos en toda nuestra operación, y por supuesto que también posponiendo varios de nuestros proyectos culturales”, detalla Horacio Salinas, presidente de la SCD.
Entre ellos, apunta que se debieron dejar de lado “el Día de la Música Chilena. Sin dudas es un esfuerzo muy grande para la organización, pero creemos que es muy necesario, dada la apremiante situación en que se encuentran muchos socios y socias”.
A sólo unos días para que se cumplan seis meses del estallido social, la industria musical suma a su compleja situación la actual crisis sanitaria que mantiene en un escenario de incertidumbre a los artistas chilenos. Uno de los mayores desafíos que ha sorteado el rubro y que por ahora no tiene fecha para su desenlace.
