Familia chilena en Nueva Zelanda denuncia problemas con visa para su hija con discapacidad: “Estamos en el limbo”
Ignacia Vásquez tiene 17 años y llegó al país en 2015 junto a su familia. Sin embargo, el gobierno neozelandés no le ha otorgado el documento para poder residir allá, argumentando "costos o demandas significativos en los servicios de educación especial". Su madre y hermano dependen de ello para quedarse en esa nación.
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Un medio de comunicación neozelandés reveló el drama que vive una familia chilena en Nueva Zelanda, debido a que se encuentran atrapada “en el limbo” debido a problemas con la visa de su hija con discapacidad.
Ignacia Vásquez tiene 17 años y tiene problemas de aprendizaje, aunque según explicó su madre Carolina, “le encanta hacer de todo”. La familia llegó en 2015 a dicho país con visa de visitantes y actualmente residen en la ciudad de Christchurch.
El problema se presentó cuando intentaron conseguir la visa de estudiante para Ignacia, documento que le fue rechazado por “costos significativos en servicios de educación especial”, según lo consignado por Stuff . Debido a eso, tanto ella como su hermano, Fernando (18), debieron volver a Chile sin su madre.
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Cuatro años después, Carolina viajó a nuestro país con el fin de poder llevarse a sus hijos de regreso a Nueva Zelanda.
Fernando logró obtener la visa en dos semanas. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con Ignacia, hasta noviembre de 2019, cuando tuvo que intervenir el entonces ministro asociado de inmigración de Nueva Zelanda, Poto Williams. Gracias a él, la adolescente obtuvo una visa de estudiante.
Lamentablemente, dicho documento ya expiró y la joven solo tiene acceso a una visa provisional. Su madre quien trabaja en la industria hotelera, tiene una de trabajo, y la Fernando, en tanto, aún está en pausa, por lo que debió repetir su último año de secundaria.
Mientras, toda la familia espera los resultados de la solicitud de Ignacia para conocer si podrán quedarse definitivamente en el país de Oceanía.
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Petición a Inmigración
Producto de la incertidumbre, la familia hizo en enero una solicitud a Inmigración de Nueva Zelanda, desde donde explicaron a través de una carta que la discapacidad de la joven puede afectar el resultado de la solicitud de la visa de estudiante porque podría, entre otras cosas, “imponer costos o demandas significativos en los servicios de educación especial de Nueva Zelanda”.
Su madre, en tanto, calificó la misiva de exagerada, debido a que desde la clínica de medicina general de la familia en Ferry Road Medical Center, expresaron que la “salud general de Ignacia es excelente”.
“No tiene problemas para subir escaleras, puede ir al baño, puede vestirse sola y puede alimentarse sola”, agregó el médico.
“Aparte de su problema cognitivo, es una niña muy saludable”, expresó Vásquez, detallando que “ella no usa ningún medicamento o atención médica, y nunca ha usado los servicios del gobierno, excepto para la educación”.
La calidad de vida de Ignacia era mucho mejor en Nueva Zelanda que en Chile, aseguró su madre, quien espera que la situación pueda regularizarse pronto.
