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Líderes de la Amazonía exigen justicia por los tres indígenas muertos en Perú

Tres miembros de la etnia kukama fueron encontrados sin vida tras protestas en instalaciones de una petrolera, industria que ha intervenido la Amazonía durante décadas. Hoy las comunidades exigen cooperación sanitaria del Estado peruano.

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(EFE) — Las organizaciones indígenas de la Amazonía exigieron este jueves justicia por los tres nativos de la etnia kukama fallecidos en Perú presuntamente por disparos de la policía durante una protesta para exigir servicios básicos en la que intentaron tomar unas instalaciones petroleras.

La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), que agrupa nativos de nueve países de Sudamérica, y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), la mayor organización indígena de Perú, pidieron al gobierno una comisión de alto nivel para resolver el conflicto.

Desde el año pasado las comunidades nativas de Bretaña, municipio de la región amazónica de Loreto, exigen suministro eléctrico las 24 horas del día, desagüe y una mejor atención en salud, así como un porcentaje de los beneficios del yacimiento petrolero Lote 95, que opera en la zona la empresa canadiense PetroTal.

El sábado, la protesta se intensificó y un grupo de unos 70 indígenas trató de tomar las instalaciones de la compañía tras un infructuoso diálogo con representantes de la empresa, lo que fue impedido por la Policía en un confuso tiroteo que dejó tres indígenas muertos y 17 heridos, entre ellos 11 nativos y 6 policías.

Los hechos ocurrieron a la medianoche, minutos antes de que comenzase el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, por lo que estas muertes aún cobraron mayor repercusión.

Al mismo tiempo, continúa desde hace dos semanas otra protesta indígena en Loreto de la etnia awajún, quienes sí lograron tomar una estación del Oleoducto Nor Peruano (ONP) para evitar la reanudación de sus operaciones, al considerar que su vuelta a la actividad pone en riesgo a los nativos frente a la COVID-19.

Gran indignación

Es muy importante que el mundo sepa que hay una indignación muy grande“, aseguró en una conferencia de prensa telemática el presidente de Aidesep, Lizardo Cauper, de la etnia shipibo-konibo.

Seguimos resistiendo para vivir. Hoy más que nunca los pueblos indígenas vamos a estar unidos, porque este gobierno peruano es muy excluyente, racista y discriminador”, afirmó Cauper.

El líder de los indígenas amazónicos de Perú recordó que ya son más de 50 años de actividad petrolera en la Amazonía peruana y, lejos de ver mejoradas sus condiciones de vida, las comunidades nativas siguen sin servicios básicos y con cada vez más residuos y deshechos contaminantes en sus territorios.

¿A dónde más quiere llegar el presidente Martín Vizcarra? Esta reactivación económica es a costa de la vida de nuestros hermanos para beneficio de las elites económicas”, apostilló.

Por ello, Cauper reclamó una comisión del gobierno que actúe de inmediato con un presupuesto exclusivo para esas demandas históricas.

Somos ciudadanos peruanos y merecemos respeto. El gobierno tiene que garantizar los derechos colectivos y no dar un discurso lleno de promesas. De eso estamos cansados”, indicó.

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Bienestar esquivo

Por su parte, el coordinador general de la COICA, Gregorio Díaz Mirabal, consideró inaudito que, “simplemente por exigir un bienestar”, estos tres indígenas hayan sido “asesinados triste y vergonzosamente por un Estado y un gobierno que constitucionalmente tiene que garantizarles la vida”.

“Y tristemente pasó en el día internacional de los pueblos indígenas. Nos están matando y violando sistemáticamente los derechos. Estamos en un proceso de etnocidio físico y cultural de nuestros pueblos”, aseguró Díaz Mirabal.

El nativo de la etnia wakuénai kurripako exigió conocer quién dio la orden a los policías de disparar y pidió la intervención en la zona de representantes de la Defensoría del Pueblo de Perú, de las Naciones Unidas (ONU), de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

Los manifestantes también están reclamando la intervención, como mediador, del Vicariato Apostólico de Iquitos y que se abra el diálogo a representantes de la sociedad civil.

Asimismo, el presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas del Oriente (ORPIO) de Perú, Jorge Pérez, comentó que “se tiene que castigar a los responsables de esta masacre”.

Pérez, cuya organización es la mayor federación indígena de la región Loreto, reclamó garantías judiciales para los líderes de la protesta e indemnizaciones para los deudos de las víctimas, tanto esposas como hijos.

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Carta a Vizcarra

De manera paralela, más de 110 organizaciones peruanas e internacionales dirigieron este jueves una carta al presidente Vizcarra para que se postergue la reactivación de las actividades petroleras en la Amazonía, como parte de una serie de medidas para frenar la propagación de la COVID-19 entre los pueblos nativos.

Al mismo tiempo, pidieron que estas poblaciones reciban un mejor suministro de medicinas, personal médico y alimentos, pues la Amazonía ha sido particularmente golpeada por el coronavirus.

Hasta este martes, la COICA registraba que en todo el territorio amazónico hay casi 39.000 indígenas contagiados de unas 212 etnias diferentes y, de ellos, 1.362 fallecidos. En Perú son más de 10.000 los infectados y casi 400 los indígenas fallecidos.

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