Las dos causales que se establecen en el texto son: uso, posesión o almacenaje de armas o artefactos incendiarios y agresiones físicas que provoquen lesiones graves a los docentes o algún miembro de la comunidad escolar.
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Para aplicar la sanción, los directores deberán comunicar a través de un texto escrito la expulsión con los argumentos necesarios. Por su parte, la familia del alumno tendrá un periodo de apelación de cinco días. El alumno que sea sancionado no será excluido de forma permanente, pero sí de forma inmediata.