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Claudia Cáceres junto a su esposo fueron víctimas de un robo el pasado 24 de abril, en la comuna de Puente Alto, lo que hasta el día de hoy mantiene al hombre en riesgo vital en el Hospital Sótero del Río y a ella con problemas en su pulmón izquierdo que fue dañado.
La víctima, de 50 años, relata que “fuimos al banco con mi marido a retirar el dinero de su finiquito. A dos cuadras de llegar a la casa, mi marido se bajó del auto para ir a un negocio. En ese momento dos vehículos se detuvieron. Se bajaron no sé cuántas personas y nos amenazaron con pistolas. Mi esposo estaba saliendo del almacén y le dispararon de inmediato. A mí me tuvieron con un arma apuntando siempre en mi cabeza y lo único que pedían eran la plata”.
El marido de Claudia, de 46 años, fue quien se llevó la peor parte: Recibió un disparo en el abdomen que le causó daños en el hígado y problemas en los intestinos. Se encuentra grave y bajo un coma inducido.
Claudia declaró ante Carabineros y la PDI, pero no pudo reconocer a ningún sujeto porque todos estaban encapuchados o con mascarillas. Ella tiene la sensación de que fueron marcados en el banco. Nunca se percataron que dos autos sin patente los estaban siguiendo y hasta la fecha, las policías no han dado con el paradero de ninguno de los sujetos.
Junto a su marido sacaron los permisos correspondientes para poder hacer todos estos trámites, pero le llamó la atención que durante el recorrido por Puente Alto no hubo ninguna fiscalización. “La gente anda en la calle como si nada. Las ferias llenas y nadie controla nada. Si anduviera más vigilancia, ¿cómo no van a parecer sospechosos dos vehículos sin patente?”, se pregunta la mujer.
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Una experiencia similar vivió Karina, de 32 años y madre de 3 niños. Hace poco comenzó un pequeño negocio y el día 20 de abril fue a comprar la mercadería que necesitaba para trabajar. Como era su primera compra a un local del sector de Recoleta, no podía pagar con su tarjeta porque la cifra era muy alta, por eso, decidió ir a un banco cercano para retirar el dinero y hacerlo en efectivo. Fue ahí que, al salir, cuatro hombres la intimidaron y uno de ellos con una pistola le pegó reiteradas veces en la cabeza. “Yo sentí que un taxi tocaba la bocina y cuando me doy vuelta a mirar, los cuatro tipos venían directo hacia mí. Me robaron todo y me pegaron sin que yo me resistiera”, contó.
Debido a estos golpes, la mujer terminó con puntos en su cabeza y cortes en la cara. “Emocionalmente estoy devastada. Creo que tuve la ‘suerte’ de que no fue nada más grave porque soy madre de 3 pequeños y me da mucha pena pensar que otra cosa pudo haber pasado”, contó.
En ambos casos, las víctimas reclaman una tardía reacción por parte de Carabineros y aseguran que si no fuera por la gente que estaba cerca la historia sería diferente.
Baja dotación policial y sobrecarga
“Lo más preocupante es que la gente no está yendo a denunciar”, sostuvo David Rozowski, director ejecutivo de la Fundación Ciudadano Seguro. “Muchos no lo hacen porque creen que no lo necesitan. Dan por perdidas las cosas y quienes lo hacen, generalmente es para acreditar el robo con la aseguradora, en el empleo, etc...”, agregó.
Según este experto en seguridad, las cifras de delitos con violencia en la Región Metropolitana han aumentado, pese al toque de queda y las restricciones propias de la cuarentena. Para graficarlo, cita el caso de la comuna de Santiago. En la segunda comisaría, por ejemplo, las denuncias subieron un 70% en las últimas tres semanas. En Ñuñoa, también subieron, pero sólo un 3%, asegura.
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En Puente Alto, las últimas tres semanas las denuncias por delitos graves bajaron levemente. Para Rozowski, esto no significa en ningún caso que la delincuencia haya disminuido en las comunas con cuarentena, porque habrían múltiples razones por las cuales la gente prefiere no denunciar, sobre todo cuando consideran que “no son graves”.
Otro aspecto que se evidencia es la baja dotación de personal de seguridad visible en las calles. Esto se explica porque Carabineros está trabajando siete días de corrido cada semana y luego descansan otros siete. Además, hay una sobrecarga de tareas porque, junto al resguardo de la seguridad y el orden público, se les destina también a controles y fiscalización de peatones y vehículos en las zonas con restricción, labor que debiera ser realizada por los militares que están apostados en las calles.
Explosión de actividad delictual
Sin embargo, hay algunas comunas en cuarentena donde los delitos bajaron, aunque esto está lejos de significar que haya menos delincuencia: en realidad se desplazó a las comunas que están sin cuarentena donde hay menos vigilancia, control y restricciones, lo que hace más fácil a los delincuentes cometer sus delitos.
Según Jorge Araya, especialista en seguridad pública de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), en las próximas semanas se producirá un fenómeno importante con respecto al índice y modo de obrar en los delitos, debido a las restricciones y cuarentenas decretadas en diversas comunas.
“La gente está en sus casas y el delito más frecuente antes era el robo en lugar habitado, pero ahora, como en los hogares constantemente hay personas, los delincuentes tienen más resquemor para entrar y robar. También lo eran los robos callejeros donde había grandes aglomeraciones de gente –el metro, por ejemplo- y ahora están impedidos de eso”, explicó Araya.
Por ello dice que, en el corto plazo, “habrá una explosión de actividad delictual y van a migrar. Buscarán otros modus operandis, con armas, por ejemplo o se centrarán en asaltar locales comerciales. Pero sí o sí innovarán en su forma de robar porque ya se están viendo atados de manos”.
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Los expertos concuerdan en que hay que ser muy precavidos y cuidadosos en todo momento. Lo ideal es quedarse en casa ante cualquier circunstancia para evitar un delito y también contagiarse del virus. Recomiendan usar al máximo la tecnología, es decir, realizar transferencias bancarias y no pasar dinero de mano en mano. Depositar de inmediato alguna plata que se retire del banco y, sobre todo, no salir si no es estrictamente necesario.
Por su parte, la Subsecretaría de Prevención del Delito, asegura que hasta el día 19 de abril, la cifra de delitos de mayor connotación social disminuyó con respecto al año pasado a esta misma fecha.
Si en 2019 se registraron casi ocho mil denuncias de delitos violentos, este año fueron un poco más de 5.600, es decir, un 28,8% menos con respecto al año anterior. Según esta subsecretaría los delitos de mayor connotación social disminuyeron en promedio un 43,1%.
Cabe destacar que estas cifras registran solo aquellos casos en que los delitos son denunciados. La llamada “cifra negra” (delitos que no son informados), es muy difícil de calcular.
05/05/2020
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