«Huelga escolar por el clima»: Se cumple un año desde que Greta Thunberg inició su lucha por el cambio climático
El 20 de agosto del año pasado, la joven de 16 años decidió sentarse en las afueras del Parlamento sueco con una pancarta de cartón que decía: "Huelga escolar por el clima". Todos los viernes se manifestó en el mismo lugar y rápidamente fue ganando adeptos, hasta que se convirtió en la cara visible de un movimiento global. Hace algunos días, emprendió un viaje en velero hacia América que incluso la traerá a Chile para la COP25.
Todo empezó el 20 de agosto de 2018 en el centro de Estocolmo, cuando quedaban 20 días para las elecciones generales en Suecia. También era el primer día de regreso a la escuela después de las vacaciones de verano.
Greta Thunberg decidió sentarse en el pavimento de la plaza de Mynttorget, frente a la fachada del Riksdag, el Parlamento sueco, con una pancarta de cartón en la que había escrito tres palabras: “Skolstrejk for Klimatet” (huelga escolar por el clima).
Thunberg, quien hoy tiene 16 años y además es síndrome de Asperger -un dato que ella misma recalca en todos sus perfiles de redes sociales-, faltó a la escuela durante tres semanas hasta las elecciones parlamentarias suecas.
Tras ellas, continuó con su huelga todos los viernes, abogando por boicotear las clases durante el tiempo que le tomara al gobierno sueco cumplir con el Acuerdos sobre el Clima de París.
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A esta iniciativa, en que llamaba a que todos los gobiernos tomen medidas drásticas para reducir las emisiones de efecto invernadero, la llamó «Fridays for Future» a través de sus redes sociales, y rápidamente fue ganando adeptos.
El primer viernes la acompañaban más de 30 personas. No pasó mucho tiempo y el movimiento se extendió a otras ciudades suecas y cruzó las fronteras hacia otros países como Alemania, Bélgica y el Reino Unido.
Ya a mediados de marzo de este año, #fridaysforfuture se había convertido en un movimiento global con huelgas en cerca de 300 en todo el planeta -y en todos los continentes-, mientras que Greta Thunberg se levantó como una de las principales voces contra el cambio climático.
En diciembre pasado pronunció un discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima en Katowice, Polonia (COP24), en la que les dijo a los gobernantes que estaban presentes que no eran «lo suficientemente maduros» para decir la verdad.
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«Nuestra biosfera está siendo sacrificada para que los ricos de países como el mío puedan vivir con lujo. El sufrimiento de muchos paga los lujos de pocos», dijo. Pocas semanas después asistió al Foro Económico Mundial de Davos, donde habló frente a una audiencia con algunos de los personajes más ricos y poderosos del mundo.
«Quiero que entres en pánico, quiero que sientas el miedo que siento todos los días. Y luego quiero que actúes, quiero que actúes como si estuvieras en una crisis. Quiero que actúes como si la casa estuviera en llamas, porque lo está», señaló en su alocución.
La joven ha intervenido también en otras instancias como el Parlamento de la Unión Europea en Estrasburgo, la Asamblea Nacional Francesa en París y la Cámara de los Comunes en Londres, y se ha reunido con líderes mundiales como el Secretario General de la ONU, António Guterres, el Papa Francisco, y el ex Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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Además, ha sido reconocida como la mujer sueca del año y ha sido nominada al Premio Nobel de la Paz, mientras que la revista Time la incluyó en su lista de personas más influyentes de 2019.
La joven sueca visitará Chile en diciembre próximo, durante la realización de la COP25, que se llevará cabo entre los días 2 y 13 de ese mes. La activista emprendió su viaje hacia América el 14 de agosto pasado a través de un velero, dado que se niega a viajar en avión debido a su emisión de agentes altamente contaminantes.
La travesía inició desde Plymouth, Inglaterra, para asistir a la Cumbre de acción climática de Nueva York el 23 de septiembre, y luego emprenderá rumbo a Chile.
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