Ignacio Araya vive en la ciudad china, ya que realiza un doctorado en relaciones internacionales. Sin embargo, logró salir hacia Bangkok antes de que el gobierno cortara los vuelos para evitar que el virus se continúe propagando.
Ignacio Araya es un chileno que desde hace tres años vive en Wuhan, lugar desde donde se extendió el coronavirus que ya ha cobrado la vida de 17 personas.
El hombre se encuentra en la ciudad china realizando un doctorado en relaciones internacionales, desde donde logró salir antes de que el gobierno cortara los vuelos para evitar que el virus se continúe propagando.
Si bien aseguró a Radio Bío Bío que “existían rumores desde antes del 31 de diciembre de que había un virus en la ciudad”, dice que el proceso fue "repentino".
Y todo comenzó a intensificarse tras el 1 de enero, cuando las autoridades decidieron cerrar el mercado de mariscos donde habría comenzado la propagación.
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“Empezó la preocupación de todos los residentes de la ciudad e inmediatamente las autoridades comenzaron a solicitar la implementación de medidas del tipo lavarse bien las manos, utilizar alcohol gel, utilizar mascarillas, y solicitaron que no saliéramos de la ciudad”.
Lo anterior, porque recuerda que en ese momento “no había suficiente evidencia para confirmar que la transmisión se podía hacer de persona a persona”. Algo que con los días fue confirmado.
Araya actualmente se encuentra en Bangkok y asegura que “en este momento estoy evaluando bien quedarme acá por unos días más y evaluar cómo se desarrolla el virus en China, y cómo se desarrolla acá en Tailandia porque el virus llegó también hace unos días”.
De hecho, comentó que desde el gobierno "han manejado relativamente bien la situación, considerando lo que significa manejar una ciudad de 10 millones de habitantes”.
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Pese a esto, indica que “puedo constatar con amigos allá que hay gente que va a los supermercados, que hace compras de pánico, que van y tratan de adquirir mayores productos porque no saben cuánto tiempo más va a durar esta situación”.
Y en Tailandia también se ve que hay preocupación, ya que al llegar les hicieron un chequeo, les tomaron la temperatura y de ahí recién pudieron pasar a policía internacional.
“Hay un estado de alerta, indudablemente, especialmente en Asia que es mucho más fácil el poder contagiarse de este tipo de virus”, añadió.
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Eso sí, asegura que “estoy tranquilo, si bien fue un poco estresante al salir de Wuhan, el tener que llegar hasta acá, la verdad es que obviamente estaba súper complicado con eso, pero ahora estoy más tranquilo, esperando también ver cómo evoluciona”.
Sin embargo reconoció que “para ser muy honesto, tampoco sé si estoy con el virus o no. Consideré venir a Tailandia en circunstancias en que aquí ya existía el virus, por lo tanto más bien lo que no quería era estar en Wuhan”.
Durante las últimas horas, el gobierno chino decidió suspender las celebraciones del Año Nuevo Chino en Pekín y se paralizó el transporte público en Wuhan debido al virus que sólo en diciembre infectó a más de 500 personas.
Se reportan personas afectadas no sólo en Asia, sino que también en Estados Unidos.
23/01/2020
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