Luka Modric, el hijo de la guerra que le ganó a todos - Chilevisión
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03/12/2018 21:03

Luka Modric, el hijo de la guerra que le ganó a todos

Mejor que Messi. Mejor que Cristiano. El croata que deslumbró en Rusia 2018, y que llevó a su selección a un histórico subcampeonato, fue elegido como el mejor futbolista del mundo en el Balón de Oro.

Publicado por Joan Xavier Alemany

La entrega del Balón de Oro era un verdadero bostezo en la última década. Nada contra Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, los dos súper crack que se adueñaron del trofeo en los últimos diez años. Pero la ceremonia carecía de sorpresa. O ganaba el zurdo argentino o era el turno del portugués. Este año hubo un cambio. Le toca a Luka Modric.

El croata es, aparte de un enorme jugador, un sobreviviente. La historia detrás del futbolista sirve para entender cómo construyó su carácter y a partir de allí, una historia deportiva impecable que alcanzó la cima en este 2018.

Modric nació en una pequeña aldea en pleno conflicto de los Balcanes. Una guerra que pulverizó su nación, aniquiló su patria, diseminó su familia, pero no destruyó sus sueños de ser futbolista. Los detalles de su biografía asombran. Su abuelo fue ejecutado, vivió refugiado un par de años, rotando entre albergues, custodias temporales, escondites. En medio de bombas y granadas, el esmirriado Luka corría detrás de una pelota, como si en ello se le fuera la vida.

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Se fue a probar al Hadjuk Split, el club por el que latía su corazón, pero fue rechazado por su fragilidad física. El talento no demoró en brotar, ahora con la camiseta del archirrival, el Dynamo Zagreb, que detectó su talento.

El resto es historia conocida. Estación en el Tottenham para recalar en el Real Madrid, donde se erige como el cerebro de un plantel que ya suma cuatro Champions. Su pierna derecha va tatuando el camino a seguir. Un jugador que hace lo que otros piensan. Piensa y ejecuta con certeza, el Mundial de Rusia fue testigo de su fortaleza para llevar a Croacia a su primera final del Mundo.

Modric no ganó esa Copa, pero sí el premio al mejor del certamen. Ahora el Balón de Oro. Un triunfador hace rato. Un sobreviviente capaz de superar su historia, sus demonios y sus propios fantasmas.