“Te voy a pegar el balazo”: Las dos agresiones previas que Hernán Calderón padre no denunció - Chilevisión
17/08/2020 22:07

“Te voy a pegar el balazo”: Las dos agresiones previas que Hernán Calderón padre no denunció

En la querella por parricidio frustrado, el abogado relató dos episodios de violencia que protagonizó junto a su hijo Nano Calderón los días 5 y 6 de junio. Señaló que no quiso dejar registro policial para no perjudicarlo con su carrera de Derecho.

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“Desgraciadamente, este hecho no fue sino el último de una larga serie de actos atentatorios en contra de mi persona y de muchos otros.” Estas son las palabras de Hernán Calderón Salinas, escritas dentro de una querella que relata una serie de violentos acontecimientos que ocurrieron antes del ataque con arma blanca que le propinó su hijo, Hernán Calderón Argandoña, acusado de parricidio frustrado, quien este lunes fue internado en una clínica psiquiátrica.

El bullado ataque ocurrió el 11 de agosto, día en que Calderón Jr. le propinó cortes en los brazos y manos a su padre, tras acudir al departamento de este último ubicado en Las Condes. Aquel día no sólo habría protagonizado la agresión, sino además habría ocasionado daños al auto de Calderón Salinas, un Mercedes Benz ML 350.

Sin embargo, este caso comenzó mucho antes. Los relatos del manuscrito hablan de dos agresiones previas de carácter grave, denunciables, pero que, según Calderón padre, no las quiso evidenciar en aquel momento para no perjudicar la carrera del joven de 23 años.

5 de junio: Amenazas con una pistola

La primera agresión que constata la querella corresponde a un episodio del 5 de junio pasado, en la que se acusa a Calderón Jr. -que aún vivía con su padre- de agresiones físicas y verbales, además de amenazas de muerte.

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“¿Te estay ‘joteando’ a mi polola? ¿Qué mierda le dijiste el otro día en el ascensor?”. Con estas palabras Calderón Argandoña habría ingresado abruptamente a la habitación de su padre, en donde se encontraba dándose un baño de tina.

La querella menciona que, en ese instante, "Nano" sacó un arma de fuego para amenazarlo directamente: “¡Te voy a matar weon!”. A lo que la víctima le habría respondido: “¡Tú estás loco, soy tu padre! Tengo 67 años y tu mujer tiene 29… ¡Cómo piensas eso! ¡Estás cagado de la cabeza!”

Según prosigue el abogado, su hijo lo miró con el rostro desfigurado -algo que, según afirma, le había tocado presenciar en numerosas ocasiones- y apuntó la boca del arma hacia su pecho, reiterando la amenaza de muerte.

Al verse vulnerado, el ex marido de Raquel Argandoña señala que decidió confrontarlo y desafiarlo: “¡Sabes qué más, dispara, maricón, dispara!”.

En ese momento, según detalla el escrito, el padre se acercó a su hijo y éste le habría presionado fuertemente el arma contra su pecho y le gritó: “¡Te voy a pegar el balazo!”

“Miró hacia el interior de la pieza, luego nuevamente hacia mí, con actitud de apretar el gatillo, alistándose a disparar y, en el último momento, giró el arma hacia la izquierda, jalando del gatillo, impactando el disparo en el espejo del velador del dormitorio”, prosigue el documento legal.

Calderón Salinas advierte que estos hechos sucedieron mientras su asesora del hogar, Laura Vidal, estaba en el inmueble. Señala que la mujer incluso pensó que "Nano" lo había asesinado.

Este lunes, además, se dio a conocer que la polola de Calderón Jr., Rebeca Naranjo, presentó una querella por abuso sexual reiterado en contra de su suegro.

6 de junio: "Tení que depositarme la plata"

La querella de Calderón padre expone otro episodio de violencia, ocurrido al día siguiente del disparo, el sábado 6 de junio. En esa ocasión, su hijo habría regresado por una presunta deuda por poco más de $11 millones relacionados con un evento automovilístico.

“Te voy a matar igual, pero en realidad antes tení que devolverme la plata, tení que depositarme la plata”, habrían sido las palabras de Nano antes de abandonar el departamento de su padre aquel viernes 5 de junio.

Según cuenta el abogado, cuando regresó, abrió con sus propias llaves, se dirigió a su pieza y le pidió nuevamente el dinero. El padre le habría explicado que sólo podía transferirle un máximo de $5 millones, debido a los límites de la cuenta bancaria, sin embargo, producto de las nuevas amenazas, buscó otra forma convencerlo y de traspasarle al menos una parte de ese dinero.

Luego de haberle depositado, Calderón expone que el joven comenzó con nuevas agresiones y daños en el inmueble: “Tenía 7 ternos de mi propiedad, y procedió a destruirlos utilizando un arma blanca que llevaba consigo, de tipo mariposa y hoja recta”.

“Al retirarse del dormitorio, en lugar de dirigirse hacia la salida del domicilio, ingresó al sector del living comedor, haciendo uso una vez más del arma que llevaba consigo de tipo mariposa, donde rajó todos los cuadros que adornaban el lugar, de extremo a extremo, dejándolos en estado inservible”, acusó el también padre de Kel Calderón.

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En ese instante, Calderón Salinas encaró a su hijo tratándolo de "loco", a lo que él le habría respondido con garabatos de diversa índole. Luego, habría comenzado a dañar distintos artículos de la vivienda, como vasijas, floreros, mesas de vidrio, sillas, comedor y una lámpara colgante de lágrimas.

Calderón padre señala que las intenciones de su hijo habrían sido, en todo momento, generar daños a sus pertenencias, una vez fuera transferido el dinero.

Pero eso no terminó ahí, el abogado redactó lo siguiente: "Lo tomé por los hombros diciéndole: '¡qué te pasa, cálmate, cálmate! ¡Te vas de mi casa!', momento en el cual mi hijo arremete en mi contra, con múltiples golpes de puño, impactándome en mi ojo derecho en diversas oportunidades y derribándome sobre el sillón”.

La víctima dijo haber estado consciente del arma blanca que el joven mantenía en su poder, por lo que decidió no responder a la golpiza para no arriesgar su vida, por lo que se limitó a cubrir su rostro, intentando protegerse gritándole:

“Estás loco weon… estás pegándole a tu padre, cobarde”.

El abogado denuncia que recibió golpes de rodilla en su rostro, así como patadas en su cabeza, mientras Nano no paraba de gritar: “Te dije que te iba a matar concha tu madre, te voy a destruir tu casa entera, vay a ver”.

Finalmente, según señala el documento, justo antes de huir del lugar, el imputado hizo uso nuevamente de su arma blanca, esta vez para destruir otro grupo de cuadros, que tenían un valor sentimental para el abogado, ya que eran herencia de sus padres.

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