16/06/2021
22:45
Francisca, una educadora de párvulos y joven madre, murió en un accidente causado por Manuel Sandoval, quien conducía en estado de ebriedad y a alta velocidad cuando impactó su vehículo. Viajaba junto a dos amigas, quienes sobrevivieron, pero deben superar las secuelas físicas y psicológicas solas.
La familia de Francisca, una educadora de párvulos y madre de 23 años que murió en 2019 en un accidente causado por un chofer ebrio, pide que se aumenten las penas para este tipo de delitos. Manuel Sandoval manejaba en estado de ebriedad y a alta velocidad cuando impactó su vehículo, en el que iba junto a dos amigas. Ellas sobrevivieron, pero deben superar los daños físicos y psicológicos del accidente solas. A una, incluso, le falta parte del cráneo. Sandoval era un futbolista amateur entrenado por el propio padre de Francisca y permaneció 10 meses en prisión preventiva, hasta que hace pocos días, la justicia lo condenó a cinco años de libertad vigilada. "Duele tener que tragarse todo el dolor y la impotencia. Tiene suspensión de por vida de la licencia y ya lo han visto conduciendo con trago. Da rabia que él esté haciendo su vida normal", lamenta el padre de la víctima. "Aquí no fue solamente que la Francisca no está, que quedó un hijo sin su mamá, sino que también hay familias que están sufriendo por lo mismo, por sus lesiones. Ellas están solas y también tienen hijos", condena su madre.
