"Tendré que obsequiarte un par de balazos": Las canciones machistas que artistas han dejado de tocar - Chilevisión
17/07/2019 22:09

"Tendré que obsequiarte un par de balazos": Las canciones machistas que artistas han dejado de tocar

Estas canciones fueron éxitos un éxito en su momento, pero hoy son cuestionadas. El movimiento feminista cambió el paradigma de lo que antes era socialmente aceptado y normalizado, como romantizaciones de la violencia contra la mujer o las relaciones con menores de edad.

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La primera toma es un microbus antiguo, de los años 80. De fondo, un sonido seco de batería, mientras un hombre en bicicleta se acerca a la cámara. Al rato, Rubén Albarrán, el vocalista de la banda Café Tacvba, histriónico como es su característica, aparece en una tienda de ventas de pollo cantando "ingrata, no me digas que me quieres".

Así comienza el videoclip de una de las canciones más emblemáticas de este grupo de rock alternativo mexicano. Incluida en el disco RE (1994), la canción Ingrata les hizo ganar fama mundial, siendo una de las más pedidas y coreadas en los conciertos.

Eso, hasta el año 2017, cuando la banda decidió sacarla de su repertorio.

Estereotipos que dejaban mal

"Tiene un final que, pues, es dramático. Parece que por ser un tema sensible en el momento, hacer un acto como este, hace llamar la atención", explicó hace un tiempo Emmanuel "Meme" del Real, integrante de la banda.

Lo anterior, hace referencia a la última parte de la canción, que dice lo siguiente: "Por eso ahora, tendré que obsequiarte, un par de balazos pa' que te mueras, y aunque estoy triste por ya no tenerte, voy a estar contigo en tu funeral". Para muchos, era un abierto llamado cometer un femicidio.

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"Particularmente en la música, que son medios masivos, donde en sus letras y sus cantantes llegan a mucha gente, y por lo tanto era muy visible que algunas letras históricas en la música chilena e internacional, eran letras muy machistas y estereotipos que dejaban muy mal a la mujer", dice Rosario Olivares, de la Red de Docentes Feministas.

La cumbia cuestionada

Al final de la década del '70, la banda de cumbia Sonora Palacios, con una fama ya reconocida en Chile, lanzaba una canción que terminaría siendo uno de sus grandes éxitos. Morena de 15 años retrataba la historia de una adolescente a la que se le declaraba su amor, quizás por un hombre mayor de edad. La voz de ese tema fue Patricio Zúñiga, entonces vocalista del grupo y que más tarde se transformaría en Tommy Rey.

Hoy, al ser consultado sobre si la canción está fuera de lo que se acepta en estos tiempos, responde: "No tanto. La gente no se fija. Ahí (la canción) no habla de sexo, ni nada de eso", dice el cantante. "Hay muchas niñas que se enamoran de un hombre de edad, pero esa es una canción, es un tema bailable".

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La pieza musical de origen colombiano, dice, entre otras cosas: "Pensaba yo enamorarte, y me enamoré de ti. Morena, morena de 15 años, morena, morena déjame ver tus ojos, tus ojos una semana, y tu boqui, tu boquita todo el mes".

Tommy Rey, hoy con su emblemática sonora, decidieron hace años dejar de tocarla. Así lo explica Leo Soto, director comercial de la orquesta, quien argumenta que "antiguamente era más normal que ahora. Yo tengo nietas, hijas. A nosotros nunca nos ha gustado ofender a nadie".

La ironía rockera

Pero en la música popular chilena también hay algunos malos entendidos. Corazones Rojos, grabada a principio de los '90 por Los Prisioneros, tiene una letra abiertamente machista y ofensiva contra la mujer. Claro, si se analiza de forma literal, ya que se trata de una ironía.

Juan Pablo González, del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, dice que sería "bastante ridículo pensar que esa canción la estuviera él (Jorge González) cantando en serio, por así decirlo. Es como muy evidente que él está poniendo en evidencia un discurso, un tratamiento de la mujer con el cual está profundamente en contra".

Entre otras frases, la canción dice: "Eres ciudadana de segunda clase, sin privilegios y sin honor, porque yo doy la plata estás forzada, a rendirme honores y seguir mi humor".

Al tema anterior, se suma Profanador de Cuna, uno de los éxitos del grupo Sexual Democracia. "Me basé básicamente en algunos amigos que yo quería perjudicar abiertamente y denunciarlos públicamente", cuenta Miguel Barriga, líder y vocalista de la banda.

En la canción se narra cómo un hombre mayor seduce a una niña de 13 años en las cercanías de un colegio. "Nunca fue pensado en los términos que se comenta el día de hoy", explica Barriga.

Más que legitimar su contenido, busca condenarlo, algo parecido a lo que ocurre con el tema de Los Prisioneros.

Sacar del repertorio

Pero en la historia de la música son muchas las canciones que hoy son cuestionadas. En 1969 Tom Jones cantaba al mundo Dalilah, que terminaría siendo uno de sus más grandes éxitos.

El tema, que habla de desamor, dice en una parte de la estrofa "crucé la calle hasta su casa y ella abrió la puerta. Ella se quedó allí riendo. Sentí el cuchillo en mi mano y ella no se rió más".

Por otra parte, la mexicana Paquita la del Barrio popularizó Rata de dos patas. Pieza musical que es una abierta agresión e insulto a un hombre.

"Las canciones de mujeres que hacen referencia a un estereotipo de hombre obedecen al mismo sistema machista. Hay que darle una vuelta a cómo estos estereotipos comienzan a salir de las canciones y vamos creando nuevas maneras de ser hombres y mujeres que nos permitan no tener relaciones dañinas", sostiene Olivares.

En Chile, Miguel Esbir, conocido popularmente como Miguelo, tenía en su repertorio dos canciones polémicas. Colegiala, que es una cumbia colombiana adaptada al pop, y que le hizo ganar fama no sólo en nuestro país sino también en otros lugares del mundo.

"Es la primera canción que grabé", dice Miguelo, quien apunta que "ya la había dejado de cantar antes, ahora con lo de los movimientos sociales y por respeto". La canción trata de cómo un hombre intenta conquistar a una adolescente que está en el colegio. Y si bien, dice que todavía se la piden en sus presentaciones, definitivamente no la canta.

Lo mismo que con La Nena de 17 años, una adaptación de una canción de Enanitos Verdes, grupo que grabó en la década del '80. El contenido es parecido al de colegiala. "Esa canción la saqué de mi repertorio hace por lo menos 25 años", sentencia el cantante.

Estos músicos parece que se han adaptado a los nuevos tiempos. El movimiento feminista generó este cambio de paradigma. Sin embargo, la deuda pendiente está con el trap y el reggaetón, cuyas letras en parte importante de los casos y quizás en las más conocidas, son abiertamente ofensivas o cosificadoras hacia las mujeres, pero cuyos artistas las siguen cantando, llenando sus recintos.

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