La polémica por el proyecto de ley de control preventivo de identidad a menores, desde los 14 años, sigue al alza. Y es que durante los próximos días debería ingresar al parlamento para que comience el trámite legislativo.
La medida no deja satisfechos a diversos actores del mundo penal ni al legislativo, ya que apuntan no sólo que es poco efectiva, sino que los esfuerzos para reducir la delincuencia debería pasar por otras propuestas, como propone el senador (PPD) Felipe Harboe, quien es tajante.
"Ninguna evidencia internacional señala que el control de identidad preventivo permite reducir la delincuencia. Hoy existe un herramienta que se llama control de identidad investigativo que le permite a las policías no sólo controlar la identidad sino registrar en caso que hayan indicios", apunta.
Diagnóstico que es ratificado por las cifras. En 2018 se realizaron 550 mil controles de identidad y sólo el 6% terminó en alguna detención.
Y esta mirada del presidente de la comisión de Seguridad Pública del Senado es compartida por Pablo Aranda de la Defensoría Penal Pública, quien asegura que se debe aumentar la capacidad investigativa de la policía y buscar elementos probatorios para que, cuando se llegue a los tribunales, poder probar los delitos.
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"Los recursos deben imponerse en la investigación o en una investigación más acuciosa, en la labor preventiva o incluso en la detención por delitos de flagrancia, porque creemos que una detención al boleo no va terminar con la delincuencia juvenil", sostuvo.
Y para que se haga una idea esta cifra es muy aclaratoria. En 2007 comenzó a regir el sistema de responsabilidad penal adolescente y, según un estudio de la misma Defensoría, la cantidad de menores de edad en calidad de imputados ha disminuido progresivamente: en 2008 se registraron 31.376, mientras que 10 años después son 19.825, o sea se ha reducido en un 30%.
En tanto que desde el gobierno defienden su proyecto, como explica el ministro del Interior, Andrés Chadwick: "por una parte, para proteger a las personas de las acciones delictuales que puedan ser cometidas por menores y buscar los mecanismos de prevención para que no se cometan".
Además, detalla, que se busca "tratar de proteger a los mismos menores que pueden ser utilizados por personas adultas, ya que sus sanciones son menores".
Sin embargo, el mismo Harboe apunta que el problema de la delincuencia está en otro lado. "Si vamos a dar una facultad para controlar la identidad de miles de jóvenes que nada están haciendo, vamos a distraer la función policial, lo que tiene que hacer es hacer su pega", subrayó.
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Observación que comparte el abogado Mauricio Duce, quien ha sido un crítico de esta medida, ya que considera que el control preventivo es una señal errada, y para ello pone un sencillo ejemplo: "Parte de los portonazos se producen cuando la banda anda en un auto de alta gama y un auto de alta gama no es un objeto de control habitual, por lo que la posibilidad de intervenir preventivamente es escasa".
"Lo que la evidencia demuestra es que la posibilidad de reducir tasas de delincuencia es el trabajo focalizado", zanja.
28/03/2019
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