Reportajes - Sequía

Cuando el agua vale más que la vida: La realidad de los crianceros que sobreviven a la megasequía

A tanto han llegado los niveles de desigualdad, que un criancero, tras ver a sus animales muertos, se suicidó. Conocimos a los protagonistas de los lugares más afectados de esta crisis, y la controversia del millonario mercado del agua, recurso que hoy sólo está al alcance de algunos.

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“Era muy bonito por acá antes, había pasto por todas partes. Uno no se hacía problemas por los animales. Mi marido trabajaba harto y yo a la par de él”, así recuerda Rosa, viuda de Buenaventura Farías. Él no soportó ver cómo, cada día, sus miles de animales se morían porque no tenían qué comer y su familia se iba a la quiebra.

“Siempre andaba con sus bromas, pero nunca le creímos. Él decía, ‘ya me van a encontrar por ahí colgando, porque ya no doy más. Ustedes no saben lo que siento’”. Días después de vender a sus últimos animales a sólo 50 mil pesos, Buenaventura salió de madrugada como todos los días, pero esta vez no volvió; decidió cumplir lo que había anunciado a su familia.

Sólo este año en la Provincia de Petorca han muerto más de ocho mil cabezas de ganado. La realidad para los pequeños crianceros de las diferentes regiones del país es la misma. No llueve, y el agua para ellos tiene un precio inalcanzable por ser pequeños productores.

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David García (37) también ha vivido una historia que se hace habitual. De orgulloso criancero, pasó a ser empleado de la agroindustria local. Ya no puede vivir de lo que produce. Se le acabaron las últimas colisas de pasto para alimentar a los escasos animales que le quedan.

El rico siempre va a comprar y producir, pero nosotros una vez al mes podremos comprar unas tres horas de agua, si cuesta 30 mil pesos la hora. Podremos comprar la primera vez, pero no nos da y no nos va a dar”, sentencia David.

Según el Código de Aguas, estamos hablando de un bien nacional de uso público, pero que en Chile se otorga a particulares su derecho de aprovechamiento. El 90% de las aguas constitutivas, o sea las que no se devuelven al caudal del río, están en manos de empresas mineras y agroexportadoras. Mientras, 380 mil familias dependen de norias o camiones aljibe para subsistir.

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Matías Asún, presidente de Greenpeace Chile, indica que “esto es lo que lleva a muchas comunidades a señalar que en Chile hay sequía y hay saqueo. El cambio climático está agravando una simetría y una desigualdad total que tenemos consignadas en el Código de Aguas en Chile”.

Poca agua, mucha demanda por ella y a la vez cara. Una realidad que se puede observar en el sitio web aguacircular.cl, que muestra a cuánto se están transando los derechos de agua hoy.

En la Región de Valparaíso, el litro de agua por segundo puede llegar a costar 93 millones de pesos. En Antofagasta, 70 millones, en Tarapacá, 58 millones y en Arica y Parinacota, 39 millones, sin embargo los precios se pueden elevar: el litro por segundo más caro que se conoce en la página se vendió a 200 millones de pesos.

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