Desorden inmobiliario en Pucón: Municipio y Seremi de Vivienda se desligan de responsabilidad por actualización del plano regulador
Los habitantes del lugar temen por el daño permanente que la construcción excesiva a orillas del lago puede causar a la naturaleza, si no se cambia la antigua regulación territorial.
Los habitantes de Pucón, un destino turístico por excelencia en Chile, están preocupados por una antigua regulación territorial que sigue permitiendo las construcciones a orilla de lago y que no se ha cambiado desde hace más de una década.
Esta situación tiene alerta a los vecinos del lugar que temen por el daño permanente que estas construcciones pueden causar a la naturaleza del entorno.
Lorena Fuentes, Directora de Obras Municipales, indicó que «las construcciones al borde del lago se explican por el plano regulador del año 1994, que es el vigente». Y agregó: «La potestad de esto, es del Consejo Municipal y de su alcalde».
Por su parte Carlos Barra, alcalde de Pucón, se defiende y asegura que la responsabilidad del desorden inmobiliario sería del Estado.
«Han tenido más de veinte años un trámite de poder aprobar el intercomunal Villarrica-Pucón, aún no lo han hecho y está en observación en Contraloría«, comentó Barra quien difundió sus descargos a través de redes sociales.
El Seremi de Vivienda la Araucanía, Pablo Artigas, señaló que el municipio tiene las herramientas para impulsar el cambio que podría poner mayores límites a la construcción a orillas del lago, más cuando existen humedales en riesgo.
En entrevista con Chilevisión Noticias, Artigas explicó que «cualquier tipo de modificación que ellos quieran realizar al plano regulador comunal lo pueden hacer perfectamente, independiente que haya un intercomunal en proceso de aprobación».
Sin embargo, esta situación no es nueva: desde el 2002 a la fecha se han otorgado más de 3 mil 200 permisos de edificación, sólo el 2018 se aprobaron 157 y este 2019 ya van 3.
Consultado sobre el tema, el arquitecto y urbanista UDP Genaro Cuadros, señala que el alcalde es quien tiene la última palabra.
«Es él quien debe entregar la voluntad política para, por ejemplo, hacer un nuevo plan regulador. La pregunta es, habiendo estado tantos años de alcalde, por qué no ha impulsado con anticipación», concluyó.
