El sábado 20 de julio fue el día en que el argentino Hugo Santillán se enfrentó al uruguayo Eduardo Abreu. La pelea era pareja y finalmente los jueces dan un empate a pesar del evidente mal estado del trasandino.
Santillán escuchó el fallo con la cabeza gacha y sostenido por un integrante de su equipo, tras lo cual se desplomó en una esquina del ring.
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Inmediatamente fue asistido por los médicos del lugar, trasladado al hospital donde fue operado por un coagulo cerebral. Sin embargo, su cuerpo dijo basta tras dos paros cardiorespiratorios.
"Es una suma de factores, no puedes echarle la culpa a nadie en específico. 'Me siento tan mal que tengo que parar, tengo que parar'. Esa es mi responsabilidad como atleta, después está la del entrenador, 'cómo lo veo'. Pero tienes una esquina, no estas solo", comenta Rafael Gutiérrez, médico deportivo de a Clínica MEDS.
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Algo similar comenta el entrenador Francisco Pinto, quien señala que "el boxeo no ofrece riesgos si está bien tratado, si es bien entrenado. Comes bien, entrenas bien, descansas bien, esas son las normas del boxeo".
En el mundo del boxeo defienden a rajatabla la práctica de lo que consideran un deporte seguro. Las recientes muertes no amedrentan a los jóvenes que día a día llegan al gimnasio Barrio Franklin con el sueño de subirse a un cuadrilátero.
24 horas antes de la muerte de Santillán, Maxim Dadashev también era retirado del ring en malas condiciones tras una pelea. El ruso abandonó por decisión de su entrenador, pero ya era demasiado tarde. Perdió la vida cuatro días después en un hospital.
"El argentino estuvo tres round recibiendo golpes de más, la responsabilidad es hasta del árbitro y de su esquina que lo mandó a pelear sabiendo que va a una lucha sin vuelta", comenta Pinto.
Sobre los riesgos que sufren los deportistas al empezar una competencia, el médico de la Clínica MEDS detalla que uno de los más peligrosos son "los traumatismos craneoencefálicos que al final te pueden llevar a sufrir una crisis vascular encefálica y eso llevarte, en algún momento, a la muerte".
Si bien los riesgos existen, Pinto matiza apuntando que "el riesgo es cuando el deporte no esta bien hecho" y añade que "cualquiera puede boxear", aunque hace la diferencia entre el recreativo y el competitivo.
Pasar de 15 a 12 rounds, obligar al uso de protectores para la cabeza en el boxeo amateur, han sido algunas de las medidas implementadas para disminuir los riesgos.
En sólo una semana el boxeo vio partir a dos de sus exponentes. Fatalidad del destino que puso el ojo sobre los riesgos de una actividad siempre cuestionada.
23/08/2019
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