«Significa que puedo tener un día menos de vida»: Los efectos en los pacientes de la crisis en el sistema de salud

Durante el tiempo del estallido social se han dejado de realizar 13 mil cirugías programadas y más de 32 mil atenciones médicas fueron pospuestas. "Hemos denunciado falta de insumo, de medicamentos, entonces nos parece que es una 'sinvergüenzura' que ahora el gobierno quiera traspasarnos la responsabilidad", afirma el dirigente sindical del Hospital San José y de Fedeprus Metropolitano, Mauricio Navarro.

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Por Daniela Durán Alviña
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«Lleno, lleno. Los pasillos llenos, la silla de ruedas ahí en  la sala de espera«, cuenta Silvia, quién estuvo entre su casa y el hospital San José con su esposo, durante los últimos meses. Estuvo con él un día y medio en una silla de ruedas esperando que la atendiera. Debían instalarle una fístula para que iniciara sus diálisis.

«Ahora en noviembre lo iban a llamar para ponerle la fistula y no ha pasado nada. Sí que era urgente, por eso le dieron hora para noviembre, para empezarlo a dializar, pero de ahí ya no pasó más nada. No me llamaron«, agregó.

El médico le dijo a Silvia que era urgente que su esposo, Víctor Paez (78 años), comenzara con las diálisis pero -lamentablemente- no tuvo más respuestas del hospital.

«De repente se mareaba y se desmayaba mal, se orinaba encima. Lo llevé al hospital y me lo hospitalizaron y por el paro me lo dieron de alta provisoria y me iban a llamar a penas terminara el paro, porque le faltan estudios. No me han llamado más», contó.

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Silvia debió llevar por segundo vez de urgencia a su esposo al Hospital San José. También estuvo unos días en observación y para la casa, a la espera para realizarse otros exámenes.

Víctor Paez el esposo de Silvia estuvo 15 días internado. La última vez fue por un accidente en un pie. «Por un dedo que se le infectó y parece que se está poniendo malo. Lo derivó la doctora para saber que hacían con él porque posiblemente se lo amputaran», agregó Silvia.

—¿Le dijeron que se lo iban a amputar?
—Posiblemente, que no sabía si se lo amputaban, pero ya desde el miércoles hasta hoy no tiene ninguna respuesta ni se lo han curado

Cuando la vimos habían pasado 5 días. Mediante un comunicado, el Hospital San José informó que el paciente está siendo sometido a exámenes para determinar el procedimiento a seguir.

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«Obviamente lo que ocurrió el 18 de octubre implicó un gran desastre sanitario que es tener a 13 mil personas a las cuales se les iba a realizar su cirugía. Ahora -lamentablemente- van a tener que seguir esperando. Eso es lo que ha ocurrido y por lo que está la gente en la calle», dice el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, quien también asegura que se están tomando las medidas para enfrentar la crisis.

«Por problemas de traslado del personal y por problemas de traslado de los pacientes que no llegaron a los hospitales, eso se vio reflejado en los problemas de seguridad. Los turnos tuvieron que cambiarse a turnos de 24 horas, porque no podían salir a las 8 de la noche. También tuvieron una causa que fue gremial, tuvimos problemas con muchos gremios que se plegaron a las movilizaciones y eso también hizo afectar», agrega Zúñiga.

«Hemos denunciado falta de insumo, de medicamentos, entonces nos parece que es una ‘sinvergüenzura’ que ahora el gobierno quiera traspasarnos la responsabilidad como trabajadores de esa falta de atención de miles y miles de pacientes», afirma el dirigente sindical del Hospital San José y de Fedeprus Metropolitano, Mauricio Navarro. Y recalca que es un problema que venía de antes del estallido social.

Antonia Toledo la vocera de la Fundación Nuevo Renacer que apoya a pacientes con cáncer asegura que todo lo que pasa en Chile es una consecuencia.

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«A nosotros, como grupo, nos da mucha rabia escuchar a las autoridades de este país, porque (dicen que) todo es culpa de este estallido social y no es así. Este estallido social se provocó porque faltaba eso o lo otro, tiene una consecuencia«, apunta.

«Yo tenía una hora para el 13 de noviembre y el 12 me llaman por teléfono del hospital que me la cambiaron para el día 4 de enero del 2020. Yo espero ese control con ansiedad, porque quiero saber si esto revivió. Significa que puedo tener un día menos de vida«, relata Magaly Díaz la incertidumbre que tiene por la falta de atención y las consecuencias que puede tener esto en su lucha contra el cáncer de mama.

Afortunadamente el examen de Magaly se realizó el día agendado y las noticias son positivas. No hay rastros del cáncer, pero nadie borra los más de dos meses de angustia que vivió.

En las afuera del hospital San José nos encontramos a Julia, quien cuenta que ha perdido tiempo y plata en el hospital, porque no le entregaron sus medicamentos. «No nos han dado los remedios. Nosotros hemos venido varias veces y gasta uno en micro. Y si no le dan los remedios, no hay plata para comprarlos tampoco. Da rabia y pena, porque la humillan a uno», comparte. Un solución parche que encontró por el momento es que mientras espera por sus medicamentos, se prestan las pastillas con las vecinas.

«Hay gente que ha sufrido bastante y mucha gente que no tiene que comer tampoco. Los remedios también hacen mucha falta, porque si no tienes remedios, no vives«, sentencia Julia.

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