Karin Pawlowski junto a su esposo Claudio Klenner caminaban por Avenida Irarrázaval cuando él tropezó en la vereda, ya que faltaban cerámicas. Cayó abruptamente al piso, se golpeó la cabeza en el cemento y tras unas semanas, falleció.
La caída se produjo el 6 de octubre del 2018, en la comuna de Ñuñoa, y desde ese momento, cada día su estado fue empeorando.
El diagnostico incluía compromiso de conciencia, traumatismo encefalocraneano y epilepsia. El 4 de noviembre murió.
"Fractura de la cabeza, quedó un TEC cerrado y quedó un mes hospitalizado, inconsciente, apenas hablaba", recuerda Kari.
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Ha pasado un año del accidente y la vereda sigue igual. Claudio ya había sufrido una caída anteriormente por otra vereda en mal estado de Ñuñoa. En esa oportunidad se fracturó el brazo.
Karin asegura que presentó los documentos al municipio para recibir una indemnización por ambos accidentes, sin embargo, aún no tiene respuesta.
"La municipalidad me tiene enferma, porque no me responden por la primera caída, no ha respondido por esto. Ellos me mataron a mi marido, él estaba perfecto", añadió.
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Desde el municipio de Ñuñoa respondieron a la denuncia con un comunicado. Aseguran que faltan documentos que acrediten que la vereda estaba en mal estado en el caso del segundo accidente de Claudio Klenner.
En tanto que sobre el primero, dicen que ya está en trámite, pero aún falta un documento. Invitan a Karin a solucionar el problema en el Municipio. Según el Minvu, 13 mil kilómetros de veredas están en mal estado.
Karin ahora mira cada paso que da en la calle. Espera que la municipalidad de Ñuñoa responda por un accidente que pudo ser evitado. Mientras la vereda sigue sin arreglar. Esto, porque las veredas en mal estado son escenario constante de accidentes, especialmente para la tercera edad.
11/10/2019
22:00
