Septiembre de 2007 y el cuerpo sin vida de María Isabel Pérez, una estudiante de pedagogía que llevaba varios días desaparecida, fue hallado en una casa de Macul. Antonio Carvajal Valdivieso había estado compartiendo con ella y con otra amiga en ese domicilio, en donde él vivía e impartía talleres de pintura.
Fue detenido como autor del homicidio de la joven, a quien golpeó y luego enterró aún con vida en su patio. Sin embargo, alegó inocencia.
Aunque primero fue absuelto, en un segundo juicio lo condenaron a 15 años de cárcel. A esa condena se sumaron otras por violaciones reiteradas, totalizando 29 años de presidio. Tenía perfil de psicópata, aseguraron en ese entonces los expertos.
Pero mucho antes de cumplir la condena, Carvajal quedó en libertad. En enero de 2018, dejó la cárcel y casi dos años después, en noviembre de 2019, volvió a atacar.
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"Él llevaba diluyente, un cuchillo, un fierro y mordazas en su mochila", cuenta Ellen Castillo, quien fue atacada por el denominado "psicópata del pincel".
Ellen vendía ropa en un local de La Serena y él como tantos otros clientes de su negocio, tenía su número de teléfono. Carvajal comenzó a acercase cada vez más. Ella marcó la distancia, pero él buscaba la manera de continuar.
"A la una de la mañana me preguntaba por qué estaba conectada. Lo bloqueaba y me mandaba mensajes de texto", relata Ellen, cuyo testimonio da cuenta nuevamente del perfil de Carvajal, quien insistía incansablemente en buscarla, sin respetar los límites que ella puso una y otra vez.
"Para mí era un cliente más del local. Le dije 'no quiero nada contigo. Cuando te veo me causas algo como... no sé. Tú me repugnas. Me das una sensación de energía mala'", recuerda la mujer.
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Pero Carvajal no se detuvo y demostró tener una especie de obsesión por ella: "Me hablaba desde otros teléfonos y me enviaba cartas y regalos extraños. Mandaba a otras personas a dejarlos, pero él se hizo presente durante varios meses".
"Me hice la muerta"
El día del ataque, como de costumbre, ella abrió su negocio a las nueve de la mañana. Carvajal sabía el horario, llegó de sorpresa y entró directo a la tienda. Con un trípode metálico le pegó en la cabeza por atrás.
"En un momento, cuando él me estaba ahorcando, yo dije 'morí, me voy a morir', porque ya no daba más. Entonces ya no me quise defender y me hice la muerta. Me suelta, pensando que me tenía dominada y yo logro defenderme", narra Ellen.
Antonio Carvajal había pasado más de 10 años en la cárcel cuando su abogado defensor intentó sacarlo, argumentando entre otras cosas, que tenía una promesa de trabajo para cuando recuperara la libertad y que su comportamiento dentro del penal, era muy positivo. Que había participado en talleres, que se capacitó como vendedor y como armador de computadores, y que incluso daba trabajo a otros reos al interior de la cárcel.
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No obstante, la Corte de Apelaciones de La Serena rechazó la solicitud, porque Carvajal se negó a dar la entrevista psicosocial ante los peritos de Gendarmería. Su defensa llegó de todas formas a la Corte Suprema y es la Segunda Sala la que, en fallo dividido, le otorga el beneficio, argumentando que la entrevista no es fundamental para decidir sobre su libertad.
Los Ministros Lamberto Cisternas y Rosa María Etcheberry votan en contra, porque consideraron que los antecedentes no demuestran que haya alcanzado la corrección y rehabilitación que demanda el decreto ley 321 para otorgar la libertad condicional.
Gilberto Loch, director del Centro Histórico Forense, explica que "el peligro principal de las personalidades psicopáticas radica en que siempre volverán a repetir sus acciones. Se trata de personas altamente peligrosas, que no tienen reglas, ni límites. Son manipuladores, ejercen la mentira como una patología, no hay remordimiento y tienen una necesidad de ejercer control, especialmente en personas vulnerables emocionalmente".
Por eso, enfatiza en la "necesidad de que sean sometidas a un control permanente para evitar la repetición de sus conductas".
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Ellen nunca supo, hasta el día del ataque, que el hombre que la estaba acosando tenía condenas por homicidio y violaciones reiteradas, por lo que ahora cuestiona su libertad.
La Defensoría Penal Pública ha pedido en al menos dos ocasiones revertir la medida carcelaria, argumentando razones de salud que afectan a Carvajal, quien se encuentra en prisión preventiva, mientras se le investiga el ataque que dejó graves secuelas en Ellen.
"¿Quién me asegura a mí que él va a estar vigilado todo el día para que no salga de su casa para matarme?", se pregunta preocupada.
18/08/2020
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