«Airbnb social» de Las Condes: Programa ayuda a encontrar el inquilino ideal a personas de la tercera edad
La soledad es parte de la rutina para muchos adultos mayores del país, que incluso deben arrendar una o más habitaciones de su casa para solventar gastos que la jubilación no puede. "Comparto mi casa" es la nueva iniciativa de Las Condes, donde el municipio ayuda a encontrar al arrendatario ideal.
¿Se imagina evitar el dolor de cabeza de un anuncio en Internet o pegar carteles en la calle para publicar el arriendo de una habitación? Eso es precisamente lo que el municipio de Las Condes quiere ahorrarle a sus vecinos de la tercera edad.
«Comparto mi casa» es el nombre del nuevo programa municipal bautizado como el «Airbnb social», donde ayudan a encontrar al inquilino perfecto.
La soledad de la tercera edad
María Teresa Montenegro recorre los pasillos de su departamento en la comuna de Las Condes con dificultad. Desde que enviudó, la soledad se ha vuelto parte de la casa, tanto, que una de las opciones que analiza es arrendar una de sus habitaciones.
«Es un ingreso y una compañía además, o sentir que hay otra persona«, así describe esta adulta mayor los beneficios del arriendo.
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Según el municipio, 5.700 adultos mayores viven solos en Las Condes, por eso lanzaron un nuevo programa solidario llamado «comparto mi casa».
El alcalde de la comuna, Joaquín Lavín, aseguró que la iniciativa «consiste en que adultos mayores puedan arrendar una pieza con el aval de la municipalidad«.
Idea inspirada en España
Este es un programa de apoyo social donde el arriendo de la pieza debe ser inferior al valor del mercado, o igualar el costo de servicios como los gastos comunes. El dueño de la propiedad es quién decide el total y la modalidad.
Una idea inspirada en experiencias internacionales. En España, por ejemplo, ha resultado exitosa, donde jóvenes universitarios y adultos mayores comparten departamento y tareas domésticas.
La pensión no alcanza
La pensión para la gran mayoría de los 3 millones de jubilados del país alcanza solo para cubrir parte sus necesidades básicas. Este programa busca también traer algo de alivio a sus bolsillos, con el pago del arriendo.
Cecilia Pinto Vive en Ñuñoa y hace 5 años que arrienda una habitación de su departamento a estudiantes mujeres, según dice, por seguridad: «Soy jubilada de profesora, el ingreso que tengo por arrendar la habitación me sirve para financiar gastos que tengo, por ejemplo gastos comunes».
Publica el anuncio en universidades e Internet, justamente, proceso que el municipio de Las Condes quiere que se ahorren sus vecinos.
¿Cómo funciona el sistema de arriendo?
Lavín lo explica así: «La municipalidad hará el match, o sea, para las necesidades de esta persona le conviene arrendarle la pieza a esta persona».
Además, el municipio fiscalizará todo el proceso, las inscripciones del programa se cierran en febrero, para que los contratos de arriendo comiencen en marzo.
