Secuelas del estallido social: Usach pone fin a la subcontratación de 300 trabajadores - Chilevisión
30/12/2019 01:03

Secuelas del estallido social: Usach pone fin a la subcontratación de 300 trabajadores

Desde hace 10 años estudiantes de la casa de estudios han insistido en el tema y tras el estallido social la petición se volvió realidad. De ahora en adelante, la universidad se encargará de nivelar sus estudios de forma gratuita y accederán a mejores condiciones y salarios.

Publicado por Bruno Delgado

Más de 300 mujeres reciben con aplausos la noticia: Las encargadas del aseo ya no pertenecerán a una empresa externa. Desde el 2 de enero pasarán a ser empleadas formales de la propia Universidad de Santiago (Usach).

Pero ¿cuál es la realidad actual de la subcontratación en la Usach? Los estudiantes de la universidad agrupados en la Vocalía Laboral llevaban más de una década solicitando a la casa de que terminara con las subcontrataciones y la respuesta siempre fue negativa, hasta ahora.

“Todo este proceso de las marchas, de salir a la calle, ha mostrado que este no es el oasis que nos pintaron, que Chile no están bien, que estamos escondiendo las cosas bajo la alfombra. Toda esta movilización no sólo ha servido, no sólo ha ayudado, ha determinado que este proceso se haya acelerado”, sostiene la estudiante Alina Quilodrán, de la Vocalía Laboral de la Usach.

Y el rector Juan Manuel Solezzi lo reafirma.

¿Usted siente que lo pudo haber hecho antes?

—Es probable.

¿Y qué piensa sobre eso?

No tenía la misma percepción de la situación probablemente, el nivel de conciencia. Es cierto, hoy día tengo más conciencia de mi país, de la situación de otros ciudadanos, compañeros.

¿A qué se debe esa conciencia?

—A los hechos que han ocurrido, te ponen sobre la mesa una serie de hechos que uno ni los había pensado

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La cara invisible de la subcontratación

Jeannette Valenzuela tiene 63 años y está encargada de limpiar los baños y las salas. Es una más de las casi 300 mujeres que hacen este trabajo al interior de las amplias dependencias de la Usach. Todas usan el mismo uniforme y, a la distancia, no es fácil identificar quién es quién.

Lo cierto es que cada una carga con su propia historia, la mayoría marcadas por el maltrato y la falta de oportunidades desde la infancia. Jeanette nunca pudo ir al colegio. No sabe leer ni escribir, pero tiene otras fortalezas. "A veces uno por tan poco, se echa a morir", comenta.

—¿Por qué usted nunca aprendió a leer y a escribir? ¿Qué le pasó?

—Éramos muchos hermanos nosotros, éramos diecisiete. Sólo lo más grandes pudieron estudiar y los más chicos no.

—¿De dónde era usted?

—De aquí de Santiago, de la población La Palma.

Trabaja poco más de 10 horas al día, nunca descansa y a veces ni siquiera almuerza. Ella siempre está junto a su carro y después de terminar lo suyo, continúa ayudando al resto de sus compañeras.

Jeannette parece que nunca se agota, ni siquiera al final de la jornada. La acompañamos en su largo viaje en micro, casi dos horas de trayecto, dos micros diferentes.

—¿Cómo lo hace para no perderse, con las micros, sin saber leer?

—Porque la que tengo que tomar es roja y tiene un uno y la otra es la 107. Todos los días voy practicando un poquito en la U para no perderme.

Hay más de 30° en Santiago y Jeanette sigue contenta. “¡Aquí me mojo cuando paso todos los días! ¡Permiso!" dice, mientras saca agua de una caja con hielo ya derretido, en la que se almacenan bebidas para la venta callejera.

Aunque carga con muchos más obstáculos que el resto, Jeanette sigue adelante. Ella tiene una especial motivación: "Es mi hijo Moisés, él me da las fuerzas para seguir la guerra", cuenta emocionada y orgullosa. Moisés, tiene autismo y es su padre quien lo cuida durante todo el día.

“Mi chico depende mucho de mí y de su padre. Yo tomé las riendas porque él es buen hombre y él tuvo que dejar su trabajo para remar, con el niño. Mi hijo tiene actualmente 27 años y no es como una persona normal, que se pueda defender solo”, añadió.

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Las cifras

Un 9% de los trabajadores chilenos está subcontratado. Según la encuesta casen de 2017, si un contratado directo por la empresa gana en promedio 600 mil pesos al mes, el subcontratado ganará 200 mil pesos menos, o sea 400 mil, por desempeñarse en las mismas funciones.

En el caso de la Usach contratar directamente a sus empleados resulta incluso, más barato que continuar con las empresas intermediarias. De la mano con ello, los trabajadores acceden a mejores condiciones y mejores salarios.

“Nosotros estamos en condiciones de pagar una renta de 450 mil pesos incluso y suplir todas las necesidades y todavía nos quedan algunos recursos. Es más barato, pero yo le quiero decir, que la decisión no es sólo económica”, asegura el rector de la USACH, Juan Manuel Solezzi.

Desde hace más de 10 años, existían solicitudes de parte de los estudiantes, para que la universidad terminara con las subcontrataciones ¿Qué nos dice sobre eso?

“Hay que reconocer desde el primer momento los estudiantes siempre han estado detrás de este tema y en todos los petitorios en los trece años de rectoría, el tema de la subcontratación ha estado presente”.

Un tercio de las mujeres que prestan servicios de aseo ha cursado algún nivel de enseñanza media. El resto sólo terminó la educación básica y la Universidad se encargará de nivelar sus estudios de manera gratuita. Los hijos de quienes accedan al empleo directo de la universidad tendrán la posibilidad de hacer uso de la sala cuna. Los más grandes, incluso, podrán postular a becas de estudio en la Universidad.

A partir del 2 de enero el sueldo de Jeanette llegará a poco más de 450 mil. Por ahora, ella gana al mes, 290 mil pesos líquidos por trabajar de lunes a sábado, en turnos de más de 10 horas, sin transporte, sin almuerzo y con media hora de colación al día.

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