Pato Oñate se confesó tras muerte de su esposa por cáncer: "Ya no creo en nada" - Chilevisión
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15/04/2024 08:03

Pato Oñate se confesó tras muerte de su esposa por cáncer: "Ya no creo en nada"

Patricio Oñate se refirió a la muerte de su esposa, María Cecilia Briceño, y sinceró que "no tengo derecho a tirar la toalla". También contó las últimas palabras que dijo la mujer a sus hijos antes de morir.

Publicado por Mariana Meza

El ex notero Patricio Oñate se refirió a la muerte de su esposa, María Cecilia Briceño, quien padecía un agresivo cáncer y aseguró todo el proceso "ha dolido mucho". 

Oñate se había referido en varias oportunidades a la salud de su esposa en redes sociales, donde entregó diferentes actualizaciones de su estado de salud hasta su muerte el pasado 9 de abril.

Patricio Oñate habla de la muerte de su esposa

En conversación con LUN, el periodista que vive en Chiloé señaló que "en estos momentos de angustia hemos estado entre amigos, los de verdad, los que hemos hecho estos años en Castro y que han sido súper apañadores".

"Por mucho que hace tiempo ya sabíamos que no se podía hacer nada, que mi señora solo estaba recibiendo un tratamiento paliativo, ha dolido mucho. Demasiado", expresó.

"Si algo me reconforta es que María Cecilia tuvo lucidez hasta una hora antes de su muerte y que pude despedirme. Lo más importante es que ella pudo dejarle su mensaje a Nico y Clemente (hijos)", continuó.

El ex notero televisivo también detalló las últimas palabras de su esposa para sus hijos: "Pásenlo bien, disfruten la vida, tiren para adelante".

En esa línea, Oñate confesó que "me siento noqueado, como el boxeador que ya está tirado en la lona, sin reacción".

Aunque aseguró que "sí está claro que no tengo derecho a tirar la toalla. Y mis cercanos saben que ellos, desde la esquina, tampoco tienen permiso para tirarla por mí. Por mis hijos no puedo tirar la toalla".

Pato Oñate y los últimos días de su esposa

En la entrevista, el comunicador también recordó cómo fueron los últimos días de su esposa.

"Los últimos seis días antes de su muerte la acompañé día y noche. No dormí nada porque quería verla, estar con ella. Más que conversar, solo traté que supiera lo importante que ella fue para mí", comentó.

"Estoy enojado con el de arriba. Muy enojado. El que haya permitido que el cáncer se instalara en nuestra mesa y la muerte llegara a nuestra casa es algo que considero muy injusto, no tiene sentido. Yo estoy hoy en la mala y ya no creo en nada. No debió haber pasado esto. No a una persona tan buena como mi esposa", reflexionó.