Inversión térmica: El fenómeno que ahoga a Santiago y las grandes ciudades del país
La escases de lluvias no sólo influye en el abastecimiento de agua, sino que también en el aumento en los episodios críticos de contaminación del aire. El frío impide que los gases contaminantes de esparzan por la tropósfera.
Usemos la imaginación. Tenemos una sala llena de personas que fuman. Es invierno, por lo cual, debido al frío cierran las puertas y las ventanas. Así, el humo que expele cada uno de los fumadores se mantiene dentro de la habitación sin poder escapar. Eso es lo que sucede durante cada invierno en las grandes ciudades de Chile. Ahora si hacemos el mismo ejercicio, pero en el verano, debido al calor esas personas abrirán las puertas y ventanas para ventilar la habitación y la concentración de humo será menor en ese lugar.
¿Te ha pasado cuando invitas amigos fumadores a tu casa o departamento? En este caso, el frío es el que hace que la gente se encierre, lo mismo pasa con la contaminación del aire en las grandes ciudades. ¿Cómo?
En condiciones habituales, la parte de la atmósfera que está cercana al suelo tiene aire cálido y a medida que subes ese aire de va enfriando hasta llegar a registros cercanos a los 60 grados bajo cero en el techo de la tropósfera (12 kilómetros de altura en promedio). Pero en parte del otoño y en el invierno este patrón cambia. ¿Por qué?
Porque el aire frío es más pesado que el cálido, por lo tanto, con las bajas temperaturas del suelo, el aire se enfría tanto que se deposita sobre la tierra y obliga a que el aire cálido quede sobre él. Ese aire frío, denso y pesado, retiene los contaminantes de la ciudad. Pues bien, en algún punto encontramos la división de esas masas de aire cálido y frío, eso se llama inversión térmica.
Por ejemplo, en verano, con 35° Celsius medidos bajo los estándares reconocidos (a un metro y medio de altura) en el suelo podemos registrar fácilmente 42°. Y así, a medida que subamos la temperatura será menor. En el invierno sucede que, si tenemos 0° oficiales, a ras de suelo podemos registrar -3°, y así irá subiendo la temperatura en la medida que ascendamos hasta que habrá un punto en esa tendencia se debe revertir para seguir su ciclo habitual (que la temperatura baje en la medida que subimos en la atmósfera). Ese punto en que la temperatura deja de subir para comenzar a bajar es la inversión térmica.
La inversión térmica tiene una altura que es variable dependiendo de la temperatura. Aunque en promedio se ubica a unos 600-800 metros sobre el nivel del mar (200-300 metros sobre Santiago).
¿Cuándo se rompe la inversión térmica y vuelve la “normalidad”?
En primavera y verano debido a las altas temperaturas. Pero en parte del otoño y durante el invierno, principalmente, la inversión térmica se rompe cuando ingresa un sistema frontal que renueva el aire o cuando tenemos advección, vale decir, con el ingreso aire fresco desde la costa hacia los valles.
