Greenpeace lamenta fracaso de reforma constitucional para consagrar el agua como bien de uso público
El director de la organización en Chile, Matías Asun, calificó como una "vergüenza nacional" el fracaso en el Senado del proyecto, en medio de la peor sequía que enfrenta el país en su historia.
Matías Asun, Director de Greenpeace en Chile, calificó como «una vergüenza nacional» que el Senado no aprobara la iniciativa que buscaba establecer el agua como un bien nacional de uso público en la Constitución.
«Es una vergüenza nacional que en medio de una crisis hídrica el senado rechace votar que el agua sea para el consumo humano de todos los chilenos y siga priorizando por sobre nuestra población», señaló la autoridad de la organización ecologista en un comunicado.
Lee también: Iniciativa estuvo 11 años en el Congreso: Senadores rechazan consagrar el agua como bien de uso público
Asun señala que, ante el fracaso de este proyecto, «hoy existe mayor protección al derecho de aprovechamiento de aguas y su carácter de propiedad privada, que la obligación de priorizar sus uso de acuerdo a lo que consideramos más relevantes, acceso humano y ecosistémico».
Greenpeace ahonda en el complejo panorama que se vive en Chile en cuanto a la falta de agua, con 56 comunas que se encuentran con decreto de escasez hídrica en la zona donde vive más del 70% de la población.
Detallan además que 400 mil chilenos reciben agua por camiones aljibes y cerca del 50% de los municipios distribuyen ayuda en agua.
Lee también: Rodrigo Mundaca y embalses sin estudios de impacto ambiental: “En cualquier país del mundo esto sería un escándalo”
El proyecto de reforma constitucional sobre «dominio y uso de aguas» contó con 24 votos a favor y 12 en contra. Para su tramitación se necesitaban 29 votos a favor.
«Este es un ejemplo clarificador de la necesidad de contar con una nueva constitución que permita que estos proyectos avancen. Hoy, aunque es una gran mayoría a favor, no obtuvo los dos tercios que exige la constitución actual, para seguir tramitando», señalan desde Greenpeace.
