Nueva ley suiza impide cocinar vivas a langostas porque sienten dolor
La normativa, impulsada por grupos animalistas, reconoce que las langostas tienen habilidades cognitivas.
Una nueva ley en Suiza impide que las langostas sigan siendo hervidas vivas, por lo que los cocineros deberán aturdirlas antes de cocinarlas. Todo eso a partir del viernes, cuando entrará en vigor la nueva normativa promovida por los animalistas.
Esta legislación protege a las langostas y otros decápodos vivos, que tampoco podrán ser transportados en hielo ni en agua helada, debido a que se comprobó que sienten dolor.
«Varios estudios indican que tienen habilidades cognitivas y pueden sentir dolor», explicó la representante de la plataforma para la protección de animales Swiss Animal Protection (SAP), Martina Schybli.
Esa sensibilidad ya había sido evocada por la diputada del Partido Ecologista Suizo, Maya Graf, cuando presentó una moción en el Parlamento, solicitando que se prohíba la importación de langostas a Suiza.
Argumentó que estos animales empiezan a sufrir desde su captura, mucho antes de llegar a Suiza y sostuvo que no había razones «de gusto ni de higiene» que justificasen el importarlas vivas.
Como alternativa, propuso «electrocutarlas» o matarlas mediante otro método justo después de su captura e importarlas congeladas, por ser «la única forma de garantizar una higiene impecable».
De hecho, existe un pequeño dispositivo conocido como «Crustastun» para electrocutar a cangrejos y langostas, que es descrito como «el único sistema de aturdimiento compasivo» de estos animales.
Además, la legislación que empieza a aplicarse el 1 de febrero no solo incumbe a las langostas, sino que también contiene referencias a la tenencia de mascotas y animales de granja.
Entre ellas destaca la prohibición del uso de dispositivos para evitar que los perros ladren, al tiempo que establece que solo animales sanos podrán participar en eventos o exhibiciones, y que estos deben tener un periodo suficiente de recuperación entre unos y otros.