Profesor imputado por destrozos en la estación San Joaquín seguirá en prisión preventiva
El docente Roberto Campos seguirá recluido en la Cárcel de Alta Seguridad mientras dure la investigación en su contra, a raíz de los destrozos que se le imputa haber causado en la estación de la Línea 5 del Metro de Santiago.
El profesor investigado por los destrozos en la estación de Metro San Joaquín seguirá en prisión preventiva luego que la justicia desestimara los argumentos de la defensa para deponer la medida cautelar.
“La libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad“, fue parte de la lectura de la jueza Gricel Muñoz, del 12° Juzgado de Garantía de Santiago.
Así Roberto Campos se enteraba que debía seguir en la Cárcel de Alta Seguridad.
Al profesor Campos se le imputan daños y destrucción de torniquetes y puertas de la estación San Joaquín de la Línea 5 del Metro de Santiago, todo esto en el marco de las protestas del 18 de octubre pasado.
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El fiscal regional Metropolitano Sur, Leonardo Zamora, aseguró que “la conducta desplegada por el imputado es peligrosa para la seguridad de la sociedad, especialmente por el daño que se causó a la estación y la afectación que tuvo para los pasajeros“.
Recordemos que Campos fue formalizado a fines de octubre, cuando además de imputarle los cargos por destrozos el Gobierno se querelló por la Ley de Seguridad del Estado, lo cual fue refutado por su defensa en la audiencia.
“No buscaba, bajo ningún punto de vista, ni derrocar al Gobierno ni llamar a elecciones o hacer alguna cuestión distinta a lo que el propio sistema democrático estaría enfrentado. Corresponde esencialmente al legítimo derecho a protesta“, dijo el defensor penal público Mario Araya.
En general su defensa ha indicado que existe una desproporción entre las medidas cautelares aplicadas al imputado y la pena máxima que arriesga, que sería de 3 años y un día.
A mediados de noviembre, Campos dedicó a sus ex alumnos algunas palabras a través de una carta, donde también se refirió a cómo ha sido su paso por la Cárcel de Alta Seguridad.
“Me arrebataron la libertad intempestivamente, no tuve tiempo de reaccionar y, en un abrir y cerrar de ojos, me vi tras las rejas, arriesgando una condena de 5 años por haberle pegado a unos torniquetes del Metro. Estoy arrepentido de mi actuar, y si pudiera resarcir, ayudaría a reparar, limpiar, reconstruir nuestro país”, relató.
Ahora su defensa espera analizar sus próximos pasos, como recurrir de apelación o amparo ante la Corte de San Miguel.
