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Seremi de Salud cursa sumarios a locales por vender caramelos sin fecha de vencimiento ni etiquetado

Con el propósito de resguardar la salud de los niños y niñas en la próxima celebración de Halloween, el jueves 31, la secretaria regional ministerial (Seremi) de Salud Metropolitana, Daniela Zavando, fiscalizó este martes el rotulado y contenido de las go

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Con el propósito de resguardar la salud de los niños y niñas en la próxima celebración de Halloween, el jueves 31, la secretaria regional ministerial (Seremi) de Salud Metropolitana, Daniela Zavando, fiscalizó este martes el rotulado y contenido de las golosinas que se consumirán ese día y cursó dos sumarios a distribuidoras de confites del Barrio Meiggs.

Ello, porque los productos presentaban productos sin fecha de vencimiento o sin el etiquetado nutricional. Los dulces quedaron retenidos por la Seremi de Salud Metropolitana.

Zavando precisó que «la rotulación debe incluir etiquetado en idioma español, mencionar ingredientes, colorantes, país de origen cuando son importados, autorización sanitaria de la Seremi de Salud con número de resolución, tamaño de rotulado de acuerdo al envoltorio, entre otros requisitos».

Agregó que se han intensificado las fiscalizaciones a confiterías y distribuidoras, efectuando en las últimas semanas 18 inspecciones de vigilancia, con un total de 8 sumarios sanitarios.

Las principales falencias corresponden a condiciones estructurales deficientes, materias primas vencidas, presencia de cuerpos extraños en el producto final e incumplimiento del etiquetado nutricional obligatorio, informó la Seremi de Salud Metropolitana.

La Autoridad Sanitaria recalcó que «es importante que nuestros niños y niñas disfruten ese día, jugando, disfrazándose y comiendo golosinas, pero de manera moderada, cuidando sus dientes y evitando el sobrepeso».

Además formuló un llamado a los padres a «comprar dulces, disfraces y máscaras en lugares autorizados, además de fijarse siempre en el etiquetado de los productos».

«La guía de alimentación diaria para niños y niñas de 2 a 5 años recomienda un aporte calórico aproximado de 1300 kcal; para niños y niñas de 6 a 10 años de 1600 kcal y para adolescentes de 11 a 18 años de 2000 kcal. La recomendación diaria de azúcar es poca cantidad, como máximo 5 cucharadas. Es decir dependiendo del caramelo será entre uno a dos y ya se cumple la cuota de requerimiento diario», informó la doctora.

Otro punto a tomar en cuenta es la frecuencia de consumo de dulces. Mientras más veces al día se esté ingiriendo alimentos ricos en hidratos de carbono, mayor será el potencial de calorías de éstos.

La seremi de Salud aconsejó dar al niño una cena saludable antes de salir a pedir dulces. Asegurarse que sea la comida que le gusta, esto hará que el niño quede satisfecho, y con menos ganas de consumir los dulces recolectados.

Del mismo modo, tener opciones saludables que reemplacen a los dulces. Las opciones pueden ser frutos secos bañados en chocolate, galletas de avena con figuritas alusivas a Halloween, gajos de naranja bañados en chocolate, brochetas de frutas. Preferir jugos naturales en vez de bebidas gaseosas.

Igualmente, establecer con anterioridad la cantidad de dulces que podrá consumir, explicando que el consumo de dulces será sólo durante esos días y que después tendrán que volver a alimentarse de manera normal.

También es sumamente necesario que los niños se laven los dientes inmediatamente después de consumir dulces, evitando la aparición de placa bacteriana y caries. Entregar canasto de tamaño pequeño, que evite la excesiva recolección de dulces.

La nutricionista de Laboratorio Caledonian, Karen Villalón, llamó a los padres a que «sean innovadores con alimentos naturales hechos en casa», porque, según dijo, las golosinas que se ofrecen en el comercio contienen mucho sodio, lo que aumenta la presión arterial.

«Lo llamativo de los dulces es la cantidad de sodio que poseen. El sodio está en todos los confites y si uno mira la etiqueta sabrá que siempre encontrará una dosis de sal en los alimentos procesados. Existe suficiente evidencia científica, con estudios experimentales epidemiológicos, que respalda la relación causal entre ingerir excesiva sal en la dieta y un aumento de la presión arterial», expresó la nutricionista.

Para la profesional, ingerir muchos productos procesados en esta festividad, como golosinas, galletas, néctar, bebidas gaseosas y confites, entre otros, tiene efectos perjudiciales para la salud.

«Es un daño crónico que se va acumulando progresivamente con el paso del tiempo y al hacerse perdurable condiciona a la hipertensión entre otras patologías cardiovasculares», dijo Karen Villalón.

Agregó que es interesante destacar que recientemente en el Journal of the American Medical Asociation se describe que un 77% del sodio ingerido proviene de alimentos procesados, el 12% de alimentos naturales y el 11% de lo que uno le agrega a las comidas.

Las recomendaciones internacionales sugieren que el promedio de comida debe ser inferior a 5-6 grs. por día o el equivalente a 2,4 mg de sodio por día.

Karen Villalón recomendó leer el etiquetado nutricional (el sodio siempre está al final). El aporte límite de este nutriente en los snacks dulces debe ser no más de 150 mg por porción. Por su parte, cree necesario evitar los productos procesados principalmente en los niños que comen más.

En Halloween, la nutricionista recomendó primero, preparar una buena comida antes que el niño salga a pedir dulces, de esta manera no comerá en exceso. También es bueno prepararles sorpresas a los infantes que visitan su hogar como libros para colorear, lápices de colores, plasticinas o masitas.

Revise lo que traen sus hijos y deseche todos los obsequios o golosinas que no tengan información clara de su composición. Comparta con sus hijos recetas novedosas alusivas a esta fiesta.

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